Los participantes, personas en situación de riesgo de exclusión social y con discapacidad, han realizado un curso de camarero profesional impartido por la Escuela de Hostelería de la Fundación Cruzcampo y promovido por LANDALUZ y la Fundación Cajasol con la colaboración de las fundaciones Juan Ramón Guillén, Randstad y Cruzcampo.
Recientemente, los 15 participantes de la segunda edición del programa ‘Andaluces Compartiendo por el Empleo’ han finalizado de forma satisfactoria la formación de camarero de sala profesional impartida por la Escuela de Hostelería de la Fundación Cruzcampo, duplicando así los beneficiarios respecto a 2018. Los alumnos, en situación de riesgo de exclusión social y con discapacidad, han realizado el curso gracias a la iniciativa promovida por LANDALUZ y la Fundación Cajasol con la colaboración de la Fundación Juan Ramón Guillén, la Fundación Randstad y la Fundación Cruzcampo.
La formación, con una duración total de 170 horas teórico-prácticas, ha posibilitado a los alumnos adquirir los conocimientos necesarios para desarrollarse laboralmente como camareros, una profesión altamente demandada en la ciudad de Sevilla. Además de la formación teórica, los participantes realizaron dos semanas de prácticas profesionales en Abades Triana, Los Corales, Restaurante Ispal y Hostería del Prado (Grupo La Raza), Hotel Barceló Renacimiento, Restaurante Gorki Sevilla, Hotel NH Collection y Hotel Meliá Sevilla con el objetivo de que pudiesen aplicar los conocimientos adquiridos en un entorno de trabajo real.
Asimismo, con el fin de aumentar las posibilidades de que encuentren un empleo, el próximo 30 de septiembre los alumnos mantendrán un encuentro con responsables de recursos humanos y gerentes de diferentes hoteles y restaurantes de la capital sevillana. Durante la jornada, todos ellos mantendrán una breve entrevista con cada uno de los representantes de dichos establecimientos, postulando su candidatura para actuales y futuros procesos de selección.
El proyecto nació en 2018 promovido por LANDALUZ con la colaboración de la Fundación Cajasol, la Fundación Juan Ramón Guillén y la Fundación Randstad, así como con la aportación de Frutos Secos San Blas. En esta segunda edición se ha sumado a la iniciativa la Fundación Cruzcampo.