Fundación Unicaja ha alcanzado un acuerdo con la Asociación Altamar Educación y Familia que permitirá brindar ayuda y atención escolar personalizada a 40 niños de los barrios malagueños de la Trinidad y El Perchel de entre 6 y 15 años.
El convenio ha sido refrendado por la responsable de la unidad de Solidaridad Social y Educación de la Fundación Unicaja, Ana Cabrera, y Victoria Marín, en representación de la asociación. Ana Cabrera ha podido conocer además las instalaciones utilizadas por la organización en la calle Pìzarro número 9, donde el equipo de trabajadores de Altamar proporciona meriendas y seguimiento académico a los niños de la zona.
La colaboración de la Fundación Unicaja facilitará precisamente la continuidad de este programa, que se ha convertido en una herramienta eficaz para combatir el fracaso escolar y rebajar los altos índices de absentismo que presentan los barrios de La Trinidad y El Perchel. El proyecto de intervención educativa de Altamar está actualmente pendiente de ampliación y cuenta con una lista de espera que ya abarca a una veintena de menores.
La labor que despliega en estos barrios malagueños la asociación, que también atiende a mayores y dependientes y reparte productos básicos entre las familias más necesitadas, requiere la coordinación permanente de una pedagoga y de tres monitores. El colectivo se nutre asimismo de una red de voluntarios de alrededor de 40 personas.
Con este nuevo acuerdo, Fundación Unicaja refrenda su compromiso con la educación integral y la lucha contra la desigualdad, el aislamiento y la exclusión social.
Más de 150 menores atendidos
La asociación Altamar Educación y Familia fue fundada por un grupo de mujeres en 2005 con el objetivo de ayudar a corregir las desventajas sociales y
económicas que soportan muchas de las familias que residen en estos barrios de Málaga. Especialmente, en el ámbito educativo y en el de la formación.
En sus trece años de trayectoria, el colectivo ha conseguido atender a 150 menores. Asimismo, ha trabajado con medio centenar de familias, cubriendo necesidades básicas y logrando, entre otros, que una veintena de vecinos obtenga el graduado escolar.