Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) participa en el proyecto europeo EXCornsEED, que cuenta con un presupuesto de 7,2 millones de euros para desarrollar tecnologías sostenibles que permitan obtener ingredientes funcionales para alimentación, productos químicos y cosmética a partir de los efluentes secundarios de biorrefinerías de maíz, bioetanol y biodiésel.
El proyecto, cuya reunión de lanzamiento se celebró la pasada semana en Roma (Italia), tiene una duración de tres años y medio y dispone de un incentivo de 4,2 millones de euros del partenariado Bio-Based Industries (BBI) en el marco del programa Horizonte 2020 (H2020) de la Unión Europea.
Liderado por la Universidad de Roma Sapienza, el proyecto cuenta con 13 socios de 8 países europeos (Italia, Eslovaquia, Rumanía, España, Bélgica, Suiza, Alemania y Países Bajos).
El proyecto EXCornsEED se enmarca en el objetivo europeo de transformar la producción tradicional de bioetanol en un nuevo concepto de biorrefinería más sostenible, en consonancia con la estrategia de bioeconomía la Unión Europea y en línea con el nuevo concepto de Economía Circular, que promueve un mayor aprovechamiento de los recursos para que su explotación sea más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Con este objetivo, pretende combinar química, biología, ingeniería y biotecnología para desarrollar y validar tecnologías sostenibles de extracción, purificación y concentración aplicables a biorrefinerías con el fin de extraer, de sus efluentes secundarios, proteínas y otros compuestos bioactivos (péptidos, polifenoles, aminoácidos, fibras, etc) para su uso posterior como ingredientes en alimentos, productos químicos y cosméticos.
BBI, la entidad que financia el proyecto, es un partenariado público privado (Public-Private Partnership o PPP por sus siglas en inglés) que aglutina a la Comisión Europea y las principales industrias europeas relacionadas con la bioeconomía y que dispone de un presupuesto propio para movilizar proyectos, financiado en parte por capital privado y en parte por el programa marco H2020 de la UE. En este partenariado público-privado, la industria está representada a través del consorcio BIC, del que CTA es miembro desde 2017.