Durante su ponencia sobre radicalización y reclutamiento en las prisiones, Bianchi ha destacado además, que “aunque el número de víctimas por los ataques ha descendido en los últimos años y las capacidades de los terroristas también, el miedo al terror se ha incrementado entre la ciudadanía europea”.

Este y otros temas como el fenómeno de los combatientes extranjeros, el extremismo en los Balcanes y los países árabo-islámicos, las variables psicosociales y las respuestas judiciales a la radicalización se han abordado durante el Seminario Internacional “Radicalización y Extremismo Violento: mapas, contextos y respuestas”, organizado por la Fundación Euroárabe y la Universidad de Granada el 9 y 10 de abril.

Entre los y las participantes de este Seminario, al que han asistido cerca de 70 personas, se ha destacado la presencia de Engjellushe Morina, jefa del programa Investigación en Transformación de Conflictos y Apoyo a la Mediación y al Diálogo para la Fundación Berghof, quien ha subrayado “la falta de oportunidades laborales, la falta de motivación y de satisfacción personal” como principales similitudes motivacionales entre los jóvenes vulnerables a la radicalización tanto en Europa como en los países balcánicos.

 Para hacer frente a los procesos de radicalización “es imprescindible involucrar a los jóvenes, a la comunidad y a las instituciones religiosas en los programas de prevención de la radicalización y el extremismo, desde el co-diseño y la implementación, hasta la divulgación”, ha señalado Morina.

 En esta dirección ha apuntado también Daniel Koehler, director del Instituto Alemán de Estudios de Radicalización y Des-radicalización (GIRDS, por sus siglas en inglés). Es esencial trabajar desde sus necesidades, su entorno, sus antecedentes, entender su biografía y trayectoria, su camino hacia el extremismo violento y el terrorismo, para ver lo difíciles y diferentes que son todos y cada uno de estos seres humanos. Tenemos que comprender su pasado y sus motivaciones”, ha declarado este asesor de familias con miembros radicalizados.

 La lucha contra la radicalización y el extremismo violento no puede, sin embargo, restringir los derechos fundamentales de los ciudadanos. Según Joaquin Zuckerberg, técnico de programas en la Subdivisión de Prevención del Terrorismo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, “los estados están realizando un gran esfuerzo por mantener el difícil equilibrio entre la lucha terrorista y el respeto a los derechos humanos”. “Es cierto, añade Zuckerberg, que la mayor parte de las medidas antiterroristas van más allá de lo que suelen ir las respuestas criminales habituales, pero hay ciertos derechos individuales que son absolutos y hay que respetar”.

 El seminario, organizado en el marco de los proyectos europeos de investigación TAKEDOWN, TRAINING AID y COMBERAD en los que trabaja la  Fundación Euroárabe y la Universidad de Granada, ha reunido a un nutrido grupo de expertos y expertas de Alemania, Argentina, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Italia, Kosovo, Marruecos, Portugal, Túnez, Turquía y de nuestro país, tanto de universidades, centros de investigación y de instituciones internacionales y europeas como el Consejo de Europa, la Audiencia Nacional y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, entre otras.