El Hospital la Arruzafa (HLA) de Córdoba ha donado un telescopio que se ha instalado en el mirador de las Ermitas de Córdoba a los pies del Sagrado Corazón, una verdadera referencia panorámica que junto al Sillón del Obispo se convierte en un nuevo atractivo para visitar el Desierto de Nuestra Señora de Belén.
El telescopio, cuya donación forma parte de la iniciativa impulsada por el HLA denominada ‘Mira la vida’, dedicada a la conservación y puesta en valor del patrimonio, está equipado con lentes multicapa, de 30 aumentos por diámetro de 80 milímetros y de objetivos con alto factor crepuscular y que permiten una alta calidad de imagen.
El elemento fijo, con visión binocular, está dotado de lentes con gran angular que lo convierte en una herramienta didáctica para el mejor conocimiento y disfrute de todo lo que desde allí se divisa. Se ubica en la explanada debajo del monumento al Sagrado Corazón de Jesús.
“La magnífica iniciativa del Hospital la Arruzafa aporta un incentivo más para visitar las Ermitas en este año Jubilar del Sagrado Corazón de Jesús”, explica Juan Manuel Fernández, presidente de la Asociación Amigos de las Ermitas.
De su lado, el director médico del HLA, Juan Manuel Laborda, concreta que “desde La Arruzafa considerábamos que todos los ojos merecían ver de la mejor manera posible todo lo que permite contemplar ese enclave único”. Asimismo, el director gerente del centro especializado en Oftalmología, Rafael Agüera, apunta que “tenemos la intención de continuar dando esta particular visión a otros lugares de la capital y la provincia, fomentando esta iniciativa. Entendemos que es una suerte contar con puntos de vista únicos que pueden otorgar aún más valor al patrimonio”.
En 1918, la publicación Heraldo, fundado y dirigido por el prestigioso Ricardo Ruiz Ferry, publicaba un artículo ilustrado titulado “Bellezas de España. Al asomarnos al balcón del mundo…” No era la primera ni la única reseña que se refería al espacio que existe a los pies del Sagrado Corazón de las Ermitas con esta denominación.
La descripción en dicho artículo relataba: “… Antes de abandonar las Ermitas hemos estado un rato asomados al Balcón del Mundo, admirando el panorama más sorprendente que pudiéramos soñar; llaman Balcón del Mundo a una especie de terraza en la parte más elevada de las Ermitas y desde allí se disfruta, como os digo, la belleza de un paisaje de ensueño: la vertiente de la sierra con sus casas de recreo, que parecen escalonadas como si las hubiesen ido regando al descender de la cumbre; el bosque de naranjos que rodea esas casitas de encanto; la carretera blanca, por donde se escapan de la ciudad los que buscan la inefable quietud de estos lugares; allá abajo, en el llano, Córdoba, la ciudad señora, tendida muellemente, besada por el sol, al amparo de la elevada torre de su Mezquita maravillosa, y más abajo, llegando á los mismos muros de la ciudad, la cinta plateada del río perfumado y glorioso, del Guadalquivir de la poesía y del amor.”
“Precisamente es la vista que describe el texto la que ahora se puede observar al detalle ya que la estratégica ubicación del telescopio así lo facilita” concluye Fernández.