1.- Las treinta y dos obras originales seleccionadas para la muestra se publicaron en Blanco y Negro y ABC como ilustraciones de sus diversas secciones, acompañando a historias, artículos o cuentos. Blanco y Negro fue una revista creada en 1891 por Torcuato Luca de Tena, para ello se  inspiró en otras publicaciones europeas, ofreciendo una imagen de modernidad y reflejando un nuevo estilo de vida.

2.- A través de ellas puede observarse la recepción de la imagen de la mujer a lo largo de unos treinta años de historia de nuestro país, desde la primera obra de Adolf Münzer, realizada en 1899, hasta las más tardías de Ángeles Torner Cervera o Rikardo.

3.- Los mejores ilustradores de su tiempo, algunos de ellos reconocidos pintores, colaboraron en estas publicaciones. Pueden contemplarse dibujos de Cecilio Pla, Joaquín Xaudaró, Salvador Bartolozzi, Rafael de Penagos, José Luis Loygorri, Román Bascones, Roberto Montenegro, Roberto Martínez Baldrich o Carlos Sáenz de Tejada, entre otros.

4.- Vistas de cerca, las obras revelan la complejidad y riqueza de las técnicas empleadas por los artistas (óleo, acuarela, pastel, grafito, tinta, carboncillo o lápiz de color, entre otras). Además, los dibujos presentan tonalidades jugosas y un sorprendente color. Aunque fue Blanco y Negro la publicación que introdujo la impresión moderna y de calidad por vez primera en nuestro país, los originales tienen una impronta visual más poderosa que en las versiones impresas.

5.- La iconografía de la figura femenina que surge a finales del siglo XIX y principios del XX destinada a la ilustración gráfica constituye un homenaje a la mujer activa y moderna, aunque aún era un grupo reducido de la sociedad del momento. Los artistas se inspiraron en la visión decimonónica de la mujer fatal, seductora, sofisticada  y enigmática, también libre, independiente y andrógina. En ocasiones, se observa la influencia de la cultura americana, en la imagen de la flapper –mujer joven, dinámica y con el pelo corto– o de la gamine, término francés, –joven menuda, traviesa y chic–. El uso de esta estética en el cine contribuyó a la popularización de estas imágenes.