El fomento de las energías renovables y el ahorro de energía son dos de los pilares fundamentales sobre los que descansan las políticas energéticas actuales. Según datos del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDEA), en los edificios se consume el 31% de la energía final de nuestro país, llegando a superar los niveles del transporte y la industria. El 18% de ese consumo es atribuible a las viviendas, en las que solo el 5.4% de la energía consumida procede de la energía solar, lo que evidencia la necesidad de integrar sistemas tecnológicos que incrementen el uso de energías renovables en estos edificios.
Este es el reto que plantea el proyecto Sistema de Generación Híbrida Termoeléctrica con integración de vidrios fotovoltaicos, una de las cinco iniciativas ganadoras de las Ayudas para proyectos de Transferencia Universidad- Empresa otorgadas por la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras. Ismael Rodríguez Maestre, responsable del Grupo de Investigación de Ingeniería Térmica de la Universidad de Cádiz, es el encargado de coordinar el proyecto junto a la empresa IGM Ingeniería Mecánica Aplicada S.L.
Hasta el momento los sistemas de captación solar creados para edificios no resultan apropiados para su instalación en viviendas debido principalmente a su complejidad tecnológica o a la estética de fachadas con células fotovoltaicas. Además, la cantidad de energía generada resulta insuficiente para abastecer el agua caliente sanitaria de un bloque de viviendas al completo. De ahí surge la idea de este proyecto, que se basa en el diseño y fabricación de un dispositivo de captación solar que permita generar simultáneamente energía eléctrica y térmica incorporando tecnología de vidrios fotovoltaicos.
Con este prototipo se espera, por un lado, alcanzar un diseño funcional de tamaño reducido para su integración en edificios residenciales, sobre todo en bloques de viviendas, permitiendo así el aprovechamiento de energía solar para agua caliente sanitaria; y por otro, ofrecer una alternativa a las opciones actuales para la rehabilitación energética del edificio, reduciendo considerablemente la demanda de calefacción. Según nos cuenta Ismael Rodríguez, “la principal innovación del sistema se encuentra en la sustitución de las tradicionales células fotovoltaicas, cuya estética no la hace muy adecuada para su integración arquitectónica, por la tecnología de vidrios fotovoltaicos”. De esta manera, esta sustitución propiciaría la incorporación del dispositivo en las viviendas permitiendo infinidad de acabados, texturas, colores y tamaños, facilitando su manejo y mejorando la estética de la fachada o cubierta.
Esta iniciativa responde al reto social 3 enmarcado en el Programa Marco de Innovación e Investigación de la Unión Europea H2020: “Energía Limpia, Segura y Eficiente”. Actualmente, el proyecto se encuentra en una primera fase de estudio que permita optimizar el diseño del nuevo prototipo de captador solar híbrido térmico-eléctrico para después adaptarlo al sistema y evaluar su comportamiento energético, medioambiental, económico y de integración arquitectónica. “El proyecto concluiría con la evaluación del impacto de su incorporación al parque edificatorio existente, tanto para la tipología de bloques de viviendas como unifamiliares”, señala Ismael Rodríguez.
Los beneficios que traería consigo el uso de este nuevo dispositivo son evidentes. Si el prototipo tuviera éxito se incrementaría el uso de energías renovables en las viviendas, reduciendo así las emisiones de CO2 y del consumo de energía primaria de origen no renovable, y además, según concluye el investigador, “se podría generar un nuevo modelo de negocio en la comarca con la aparición de empresas dedicadas a la fabricación, distribución y/o instalación de estos dispositivos”.