En la Fundación Don Bosco están acostumbrados a las “visitas”. “Nuestro Centro Social Don Bosco es una casa de puertas abiertas. Cada día son cientos de personas las que cruzan su umbral en busca de una oportunidad. Tras la primera visita, ésta se convierte en su casa” así lo señala Antonio José Mengual, director de la Fundación Don Bosco para Sevilla y Extremadura.
Durante la jornada del lunes 29 de junio el Centro Social Don Bosco han recibido una visita muy especial, enmarcada en la tercera etapa de la gira autonómica iniciada por los Reyes tras levantarse el estado de alarma por la COVID-19. Felipe VI y doña Letizia comenzaron su estancia en Sevilla, tras las paradas previas en Canarias y Baleares, visitando el Centro Social de la Fundación Don Bosco en la barriada del Polígono Sur de la capital andaluza.
“Hemos querido que sus Majestades conozcan un itinerario modelo que muchos jóvenes del barrio siguen como camino a su inserción sociolaboral”, señala el responsable de la entidad. Desde la fundación han mostrado tres etapas de ese itinerario. Con la Escuela Prelaboral, en el marco de la Escuela de Segunda Oportunidad, atienden a jóvenes que han abandonado la educación reglada y que aún no cuentan con la capacitación o edad para insertarse en el mercado laboral. Con estos jóvenes se promueve la adquisición de hábitos y habilidades con acciones formativas de carácter pre-ocupacional. “Aquí los jóvenes adquieren conocimientos básicos de electricidad, carpintería, fontanería… Pero, lo más importante, es que descubran que a pesar de llevar a sus espaldas historias de fracaso escolar, son capaces de alcanzar sus sueños de futuro que pueden estar en el retorno educativo o la inserción laboral”, describe Carlos, educador de la escuela.
La segunda de las paradas puso su foco en un grupo de jóvenes que participan de una acción formativa de hostelería. Es la antesala a las prácticas no laborales y la puerta a un posible puesto de trabajo. “Nuestro itinerario trabaja empoderando a los jóvenes, capacitándolos y haciéndoles conscientes de sus posibilidades. Su éxito está en centrarse en la persona e ir de la mano del mundo empresarial” indica Mengual. Muestra de este trabajo son las más de 600 inserciones laborales que durante 2019 se lograron en el Centro Social Don Bosco y las más de 150 empresas que colaboran acogiendo prácticas no laborales e inserciones.
La visita concluyó con la “joya de la corona”. Occhiena, central de moda ética. Empresa social de la Fundación Don Bosco que trabaja para la incorporación de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente mujeres, a los procesos de producción con la creación de empleo y sensibilizando a profesionales y empresas a trabajar dentro de los parámetros de la moda ética. Este momento posibilitó la entrega de unas mascarillas sanitarias personalizadas con el escudo de la Casa de su Majestad el Rey confeccionadas desde las instalaciones de la entidad. Allí estuvieron Moise y Blaise, jóvenes inmigrantes de los Pisos de Autonomía de la fundación, que desde que comenzó la pandemia realizan como voluntarios mascarillas que son repartidas entre las entidades sociales del barrio.
Los responsables de la fundación explicaron a sus Majestades que la situación de estado de alarma por el Covid-19 no paralizó los servicios de la Fundación Don Bosco. La entidad continuó trabajando, con tesón y esfuerzo, para seguir dando respuestas a los colectivos más vulnerables. Tener un contrato de trabajo es el sueño de miles de personas y la buena noticia, que la hay, es que en esos meses de confinamiento, en la Fundación Don Bosco en Sevilla el número de inserciones laborales fueron de 81.
Antonio Mengual, resalta que “en la Fundación Don Bosco en Sevilla estamos felices de poder seguir siendo referente para aquellos colectivos más vulnerables, para quienes más dificultades tienen, aquellas personas que más nos necesitan”. Por ello, en la pandemia, aunaron esfuerzos con entidades sociales y cocineros de la ciudad, para repartir 517 menús diariamente.
Finaliza la visita de sus Majestades, pero no el trabajo de Don Bosco. Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar la realidad… Y de eso, la Fundación Don Bosco, entiende. Pero no sólo entiende, cuenta con un grupo de profesionales que, por encima de todo, confían en el potencial de las personas para tomar decisiones, crear cosas nuevas y obtener cambios, cambios que cambian vidas.