El próximo Martes 25 de mayo, a las 19,00 horas se presentarán en la Academia Sevillana de Buenas Letras de Sevilla el libro «Días y Trabajo» de Jacobo Cortines. El libro se pone a la venta este miércoles 12 de mayo promocionado por la Fundación José Manuel Lara.
Entrevista con el autor
– ¿Cómo surge este libro?¿qué poemarios anteriores reúne y cuáles son las aportaciones nuevas?
– Un adelanto de Días y trabajos, empezado en 2014, se publicó en Pasión y Paisaje. Poesía reunida (1974-2016), en esta misma colección, pero después el libro siguió creciendo con el transcurso de los años. Ocurrió un acontecimiento que para mí fue transcendental: la enfermedad y muerte de mi mujer, Cecilia Romero de Solís, nuestra Lilí, a la que los que la quisimos dedicamos un libro homenaje, Nombre entre nardos, donde colaboraron amigos escritores, artistas y familiares, y donde se recogían aspectos de su vida y de su actividad creadora. Para ese libro escribí los dos primeros Pasos de amor, como culminación de los poemas amorosos escritos con anterioridad. Posteriormente completé los Pasos con una tercera entrega y toda la poesía amorosa fue publicada en el libro En el mejor silencio (2020), con un amplio estudio introductorio de Ignacio F. Garmendia.
Ahora Días y trabajos ha llegado a su plenitud con la incorporación de nuevas estampas paisajísticas, la elegía al maestro Alberto Zedda, que completa la sección Afinidades, la inclusión de los Pasos y del poema Extraño regreso de más de cuatrocientos versos, y la inserción de una Coda con siete poemas nuevos de variada extensión.
¿Qué temas han estado presentes en sus últimas composiciones poéticas? ¿por qué?
– Por seguir el orden en el que aparecen en el libro, en primer lugar el paisaje, no solamente físico, sino como estado del alma con sus consecuentes reflexiones sobre el paso del tiempo y la renovación de la vida; en segundo lugar los homenajes a artistas con los que me he sentido muy afín, como el compositor Manuel Castillo, la pintora Carmen Laffón y el musicólogo Alberto Zedda; en tercer lugar, en la sección Días y trabajos trato diversos temas: la búsqueda de la música que llevamos dentro, la denuncia de los horrores de la guerra en el poema Europa, y la réplica del tópico de que el mal entró en el mundo por la mujer; el tema amoroso se centra en los Pasos de amor, pero también se proyecta en fragmentos del poema Extraño regreso, donde se va alternando el pasado con el presente durante el confinamiento, y en algún poema de la Coda, sección con la que se cierra el libro y donde vuelven a aparecer temas ya tratados, aunque con una acentuación de serena melancolía.
– ¿Ha habido nuevas influencias de otros autores, de otras corrientes, o cree que su estilo está ya muy depurado y es netamente personal?
– El estilo está siempre en evolución y se va viendo enriquecido por las nuevas lecturas y relecturas. En Días y trabajos hay una nueva influencia, Hesíodo, patente ya en el título, la cita, y en el poema Réplica final, que sigue muy de cerca su versión del mito de Pandora.
Aparte del autor griego, están presentes de una u otra forma los maestros más próximos: Petrarca, los clásicos del Siglo de Oro, Leopardi, Juan Ramón y un largo etcétera. Lo importante es interiorizar esas influencias para encontrar la voz personal.
– Ha trabajado últimamente mucho la recuperación de su memoria, ¿sigue también por ese camino?
– Sí, tanto en verso como en prosa. De lo primero pondría como ejemplo el poema Extraño regreso, donde hay pasajes extraídos de Este sol de la infancia y de los primeros libros de poesía; de lo segundo la muestra será la próxima aparición de En la puerta del cielo (1956- 1963), hasta completar las sucesivas entregas de La edad ligera.
– Como director ¿qué papel cree que juega la colección Vandalia en la poesía española contemporánea?
– La colección Vandalia, que se inició en 2002, creo que se ha consolidado en estos casi veinte años como una de las más prestigiosas del panorama actual. Si en un principio se limitó exclusivamente a la producción de los poetas nacidos en Andalucía, de ahí el nombre de Vandalia como denominación poética del territorio andaluz, pronto, en el número 25 de 2006, dio el salto a la otra orilla incorporando a los creadores hispanoamericanos y en los números sucesivos a los poetas de lengua hispana sin reparar en su origen geográfico. Vandalia es una colección abierta, atenta al criterio de la calidad estética, y en ella figuran creadores de distinto signo como representantes de la mejor poesía actual. Esta meta no se hubiera conseguido sin la impagable labor de su editor Ignacio F. Garmendia Ahora llegamos al número 100 y preparamos una Antología de esos cien primeros números, que esperemos se multipliquen en un futuro.
– ¿Qué nos puede comentar de sus lecturas, gustos, escritores de referencia…?
– Por donde han solido ir siempre, por los clásicos grecolatinos, la Biblia, nuestra literatura occidental desde la Edad Media hasta hoy, tan variada, tan rica, tan atractiva, que te descubre siempre nuevos caminos. Hay que estar atento y no dejarse arrastrar por el poder de la propaganda, de las ventas masivas, de las ideologías políticas. La verdad y la belleza no son productos de un fácil comercio. A la literatura añadiría otras dos de mis grandes pasiones: la música y la pintura.