El objeto de estos acuerdos es contribuir, a través de la figura jurídica de la custodia del territorio, a potenciar la economía vinculada al cultivo tradicional del viñedo y el olivar, asegurando su gestión sostenible, a favor no sólo del mantenimiento del Alzacola rojizo como exponente de la biodiversidad de este medio, sino favoreciendo también el adecuado posicionamiento de sus productos en el mercado.
En este contexto, como resultado de un proceso de promoción y acompañamiento, cuatro lagares y un alojamiento rural encabezan la iniciativa de emprender los primeros acuerdos de Custodia del Territorio en nuestra comarca, teniendo como especie paraguas indicadora de biodiversidad el Alzacola Rojizo, un ave protegida, escasa y característica de nuestra zona, que puede constituirse en un “valor añadido” para los aceites y vinos procedentes de olivares y viñedos que la albergan y, a su vez, servir como potenciador socioeconómico para el territorio.
Las fincas acogidas bajo estos acuerdos voluntarios de colaboración son los Lagares de La Cañada Navarro, Los Raigones, Santa Magadalena, Hacienda Bolonia y el Alojamiento Rural Finca Buytrón, ubicadas en los términos municipales de Montilla y de Moriles, en concreto en los pagos Benavente el Alto, el Lechinar, Cerro La Cañada, Cerro Manzano, Vereda de Cerro Macho y Vereda de las Manillas, localizados en su mayoría en la zona de Calidad Superior delimitada por la Denominación de Origen Montilla-Moriles.
En estas zonas se encuentran representados los cultivos habituales de la campiña sur cordobesa, formada por la combinación de viñedo y olivar, y la presencia en las lindes de algunas especies autóctonas de bosque mediterráneo y de construcciones tradicionales asociadas a la explotación. El Alzacola Rojizo es un ave insectivora y filopátrica, que muestra una clara tendencia y fidelidad a su lugar de cría, de ahí la importancia de la conservación de los hábitas y de los cultivos donde se reproduce.
La evolución de la población de esta ave en la península ibérica es preocupante, tal y como señalan todos los estudios relativos a la especie, manteniendo en la actualidad una de las pocas poblaciones viables en el marco de las explotaciones vitivinícolas tradicionales que se asientan en la zona de influencia de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Hoy día, el alzacola rojizo es una de las especies de la avifauna española más amenazadas, catalogada en el Libro Rojo de las Aves de España como “En Peligro de Extinción” y declarada por SEO/Birdlife como Ave del Año 2022.
Su mera presencia es un buen indicador ecológico ya que pone de manifiesto la existencia de unas características del hábitat idóneas y un manejo compatible con la conservación de sus valores naturales. Además de una especie que, por su comportamiento, su distribución restringida y la rarefacción de sus poblaciones, es idónea para fomentar la imagen y el potencial de actividades de ecoturismo y turismo gastronómico y de naturaleza.
En este sentido, los propietarios de estas fincas asumen el compromiso de un uso racional de biocidas y productos fitosanitarios, manteniendo sistemas productivos acordes con la explotación tradicional de los recursos naturales; no realizar actuaciones contrarias a la conservación de la especie, como instalaciones de aprovechamiento de energía por encima de la capacidad necesaria para la explotación u otras acciones lesivas para los valores naturales y paisajísticos de la finca; respetar y potenciar la vegetación de lindes y ribazos con especies vegetales autóctonas; favorecer la existencia de puntos de agua adecuados para asegurar la viabilidad de las poblaciones de aves silvestres y demás fauna asociada a las fincas objeto del presente; promover el mantenimiento y recuperación de la entomofauna asociada a este tipo de cultivos.
Por su parte, las entidades de custodia se comprometen a realizar labores de asesoramiento con objeto de mantener buenas prácticas en el cultivo compatibles con la conservación de la biodiversidad en general y de las poblaciones de Alzacola rojizo en particular; verificar periódicamente la población de la especie y la biodiversidad de la finca, favorecer la promoción de sus productos vinculados con estos acuerdos.
Estos acuerdos de custodia se enmarcan dentro del Proyecto Alzacola Rojizo, promovido conjuntamente con la Fundación Social Universal, la asociación Harmusch y el grupo de anillamiento EPOPS, que trabaja bajo enfoques social, biológico y económico. Sus objetivos principales son: incrementar el conocimiento sobre la biología del ave, establecer medidas de protección de la biodiversidad asociadas a las prácticas agrarias utilizando el alzacola rojizo como especie paraguas, implementar y fomentar acciones de custodia del territorio, elaborar una guía de buenas prácticas agrícolas existentes en nuestra zona como ejemplo para el territorio nacional, generar una marca de calidad ambiental asociado a los derivados de zona de alzacola y divulgar el binomio patrimonio natural/patrimonio vinícola como ejemplo de sostenibilidad ambiental.