La entidad financiera lleva a Sevilla hasta el 15 de Enero de 2005, esta gran exposición que presenta en torno a noventa obras pertenecientes a más de treinta pintores andaluces de reconocido prestigio internacional, que desarrollaron su labor durante la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX como Francisco Zurbarán, Julio Romero de Torres, José Moreno Villa, Domínguez Bécquer, Aguado Bejarano, Gómez Gil o Verdugo Landi
La exposición, considerada como una de las más completas de las realizadas hasta el momento en este género, permite un recorrido panorámico por la pintura andaluza del Romanticismo al Regionalismo
Lunes, 18 de Octubre de 2004
La Fundación Unicaja lleva a Sevilla desde hoy y hasta el 15 de Enero de 2005 la gran exposición Pintura Andaluza en la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, según el convenio que firmó la entidad financiera con el Museo Thyssen-Bornemisza el pasado 5 de Octubre. La exposición presenta en el Museo de Bellas Artes entorno a noventa obras, pertenecientes a más de treinta pintores andaluces de reconocido prestigio internacional como Francisco Zurbarán, Julio Romero de Torres, José Moreno Villa, Domínguez Bécquer, Aguado Bejarano, Gómez Gil o Verdugo Landi, que desarrollaron su labor durante la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX.
La exposición, considerada como una de las más completas de las realizadas hasta el momento en este género, permite un recorrido panorámico por la pintura andaluza del Romanticismo al Regionalismo. Así, es la primera muestra dedicada monográficamente a las colecciones de pintura andaluza de la Baronesa Thyssen. La muestra podrá ser visitada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, en horario de Martes de 14,30 horas a 20,30 horas, de Miércoles a Sábados de 9,00 horas a 20,30 horas y Domingos y Festivos de 9,00 horas a 14,30 horas. Posteriormente, la muestra se expondrá en Málaga desde el 2 de Febrero y hasta el 30 de Abril en el Palacio Episcopal.
La organización de esta gran exposición por parte de la Fundación Unicaja se enmarca dentro del compromiso que Unicaja mantiene con el mundo del arte y de la cultura en general, y en concreto del interés en dar a conocer la riqueza de la tradición artística y cultural de los pintores andaluces de la época mencionada. Se trata de la segunda exposición que organiza la Fundación Unicaja con obras de la Colección Carmen Thyssen Bornemisza. Así, en 1999 el Palacio Episcopal de Málaga fue escenario de la exposición La tradición paisajística en la Colección Carmen Thyssen Bornemisza, que mostraba la evolución experimentada por el paisaje en la pintura a lo largo de los tres últimos siglos.
La exposición se organiza en varios apartados, siguiendo los patrones historiográficos más comúnmente aceptados para el arte andaluz de la época. El primero está dedicado al Paisajismo Romántico, protagonizado por el padre del paisajismo andaluz, Manuel Barrón, quien llevó a cabo obras de un paisajismo escenográfico con escenas de género o costumbres. En este apartado destaca además Andrés Cortés, que estudió la obra de los pintores holandeses del siglo XVII, haciendo hincapié en el pintoresquismo del paisaje.
El segundo apartado, bajo el nombre Costumbrismo romántico, se inicia con la figura de José Domínguez Bécquer, artista que desarrolló de forma casi industrial, y casi siempre con vistas al mercado inglés, pequeños cuadros dotados de una visión complaciente de la vida y las costumbres andaluzas. Fallecido prematuramente, su labor fue continuada por su primo, Joaquín Domínguez Bécquer, quien llegó a ser pintor de cámara de Isabel II. Completan este grupo otros importantes pintores costumbristas andaluces como Manuel Cabral Aguado Bejarano -representado por un grueso número de obras-, Manuel Rodríguez de Guzmán y Ángel María Cortellini.
El costumbrismo perdura en Andalucía hasta finales del siglo XIX a través del denominado Costumbrismo Tardío, apartado que recoge obras de José Jiménez Aranda, José García Ramos, Manuel Wssel de Guimbarda, Joaquín Turina y José Rico Cejudo en las que se conjuga el tipismo anterior con una observación más pormenorizada de las figuras y del entorno urbano, avivada por los ecos del naturalismo francés.
Por su parte, el apartado titulado Pintura Preciosista recoge la influencia de Mariano Fortuny y su discípulo Martín Rico -visitantes ambos de Sevilla y Granada en 1871- sobre las nuevas generaciones de pintores andaluces. Tal influencia es patente en los ya mencionados Jiménez Aranda y García Ramos, así como en José Moreno Carbonero, Salvador Sánchez Barbudo y Antonio Reyna, quienes se sintieron atraídos por la minuciosidad técnica y el nuevo sentido lumínico del pintor de Reus.
Otro artista vinculado a Fortuny en sus primeros años fue el sevillano Emilio Sánchez Perrier. Así, a comienzos de los años ochenta, Sánchez Perrier conoció en París la obra de Corot y de los pintores de la Escuela de Barbizon, lo que provocó un fuerte giro naturalista en su pintura. De nuevo en España, fundó una colonia de paisajistas en Alcalá de Guadaira, en las proximidades de Sevilla, a la que también se unieron Jiménez Aranda y Manuel García Rodríguez.
El Paisajismo Tardío andaluz, se nutrió, asimismo, de las enseñanzas de Carlos de Haes a través de la figura de Emilio Ocón. Formado en Madrid junto al pintor belga, Ocón se convirtió a su vez en la cabeza de toda una generación de pintores malagueños dedicados a la pintura de marinas, entre los que destacan Guillermo Gómez Gil y Ricardo Verdugo Landi.
El último apartado de la exposición, dedicado al Cambio de siglo y Modernidad, engloba a artistas como José María López Mezquita, Gonzalo Bilbao, Gustavo Bacarisas y Julio Romero de Torres, quienes protagonizaron el replanteamiento de los rasgos peculiares del arte andaluz a partir de nuevas corrientes plásticas como el Impresionismo, el Simbolismo o el Fauvismo, en lo que se conoce como el Regionalismo.