La superficie de casi mil hectáreas sobre la que se asienta el complejo minero de Cobre Las Cruces, no solo ha albergado durante siglos una de las bolsas de mineral más importantes de la península ibérica, sino que ha contado con otras riquezas igualmente valiosas, como los yacimientos arqueológicos que muestran la huella de varias civilizaciones sobre la actual ubicación de los municipios de Gerena, Guillena y Salteras. La compañía minera ha presentado esta semana, en el Museo Arqueológico de Sevilla, una publicación que recoge los resultados de las actividades arqueológicas llevadas a cabo en su entorno durante 15 años, concretamente entre 1996 y 2011.
Tanto el análisis de los restos encontrados en la zona de actuación de Cobre Las Cruces como la labor de documentación y redacción de la publicación han estado dirigidos por Mark A. Hunt Ortiz, doctor en Historia, arqueólogo e investigador especializado en arqueometría de metales. Hunt ha participado en el acto de presentación del libro, titulado Intervenciones Arqueológicas en el Área del Proyecto Minero de Cobre Las Cruces (1996-2011): de la Prehistoria a la Época Contemporánea, acompañado por Concepción San Martín Montilla, directora del Museo Arqueológico de Sevilla; y Juan Román Gallego, director de Recursos Humanos de Cobre Las Cruces.
Durante su intervención, Hunt desveló que se han encontrado 49 yacimientos y restos arqueológicos de épocas muy diversas, aunque la presencia humana más antigua documentada en la zona es de la Edad del Bronce, concretamente de finales del III milenio a.C.
La publicación señala que los restos antropológicos excavados -73 inhumaciones- en el área intervenida constituyen el mayor y mejor conservado grupo de población de la Edad del Bronce en el suroeste de la Península Ibérica. El estudio de los restos humanos, que eran enterrados en posición fetal, ha permitido un conocimiento preciso de esta población: edad, sexo, estatura, enfermedades padecidas, así como de aspectos rituales. La investigación de los objetos depositados con los difuntos -como cerámica, piedras, metal, hueso y conchas- también ha proporcionado una importante información sobre su vida diaria, las actividades económicas que desempeñaban e incluso datos medioambientales prehistóricos.
El tránsito de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro también ha quedado registrado en esos yacimientos, gracias a la cerámica encontrada, elaborada a mano con decoración de retícula bruñida o a torno fenicia.
El resto de evidencias arqueológicas analizadas muestran un recorrido por períodos históricos muy dispares. Se han encontrado desde restos de un edificio del siglo V-IV a.C. y diseñado específicamente para la explotación de los recursos agrícolas; a construcciones romanas de muy diversas dimensiones, datadas desde el siglo II a.C. a inicios del siglo VI d.C.; o un complejo agropecuario con estructura de cortijo del siglo XIII, construido durante la época de la reconquista del territorio tras la ocupación islámica. La fecha precisa la aportó una moneda del rey Alfonso XI.
Orígenes de las intervenciones arqueológicas
En 1990 se produjo el descubrimiento del depósito mineral Las Cruces, ubicado entre Gerena, Guillena y Salteras (Sevilla), consecuencia de un largo proceso de investigación en una de las zonas geológicas con mayores yacimientos mineros de Europa, la Franja Pirítica de la Península Ibérica. Desde 1994 a 1999, se realizaron trabajos para determinar la composición y volumen de la masa mineral encontrada a una profundidad de 150 metros. La explotación se realizó por medio de una corta a cielo abierto, que, junto a las infraestructuras necesarias -depósitos de estériles, instalaciones industriales de tratamiento del mineral y planta de producción hidrometalúrgica de cobre- ocupa una superficie de 947 hectáreas.
Para obtener los permisos necesarios para la explotación minera, Cobre Las Cruces elaboró estudios medioambientales previos para la identificación de las posibles afecciones del proyecto minero en el entorno. Entre esos informes, se incluyó el referido al Patrimonio Arqueológico, sobre el que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía estableció las medidas necesarias para la identificación, estudio y protección de los posibles restos arqueológicos existentes en el área.
Las intervenciones arqueológicas realizadas sobre el terreno, y en las que ha intervenido un amplio equipo multidisciplinar, comenzaron en el año 1996 y concluyeron en 2011. Los resultados de esta labor son los que ahora recoge la publicación editada por Cobre Las Cruces.
Sobre Cobre Las Cruces
Cobre Las Cruces es un complejo minero hidrometalúrgico propiedad 100% de la compañía canadiense Inmet Mining. Explota un yacimiento de 17,1 millones de toneladas de mineral que permitirá producir alrededor de 1 millón de toneladas de cobre en un periodo de 15 años. Se trata de la mayor inversión industrial realizada en la provincia de Sevilla en las últimas décadas.
Fuente: Fundación Cobre las Cruces.