El proyecto ‘ReciclArte en Madre Coraje’ ha ofrecido formación a través de talleres a 56 personas voluntarias con discapacidad en las sedes de la ONG para el Desarrollo en Jerez, Sevilla y Málaga. Esta iniciativa, puesta en marcha durante siete meses, ha sido financiada por la Dirección General de Personas con Discapacidad de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.
“El trabajo que Madre Coraje promueve con las personas con discapacidad dentro del voluntariado hace que este colectivo crezca personal y socialmente y que, a su vez, sean los protagonistas de una acción solidaria consiguiendo romper con muchos estigmas”, explica Isabel Palma, Responsable de Voluntariado de Madre Coraje. “Con el proyecto ‘ReciclArte en Madre Coraje’ damos un paso más en la formación de estas personas acercándoles aún más a Madre Coraje y a los talleres de reciclaje”, añade.
Además, “el resto de voluntariado y trabajadores de los talleres desarrollen cualidades personales como la paciencia, la entrega y el sentido del humor, y puedan abrir los ojos a un mundo, el de la discapacidad, que en su mayoría desconocen, condición indispensable para el crecimiento de una ONG”, conluye Palma.
El voluntariado con discapacidad (con trastorno mental severo, síndrome de down, autistas…) que forma parte del voluntariado de Madre Coraje son integrantes de otras instituciones con las que Madre Coraje tiene acuerdos de colaboración: Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (FAISEM), Asociación Autismo Sevilla, Asociación Down Málaga y Apoyo a personas con discapacidad intelectual en Sevilla (Aturem).
El trabajo de Madre Coraje con voluntariado con discapacidad comenzó en 2003, logrando que más de 200 personas con discapacidad intelectual se hayan integrado en los talleres, mercadillos de reciclaje de Madre Coraje, clasificando juguetes, alimentos, ropa… y participando en el proceso de la fabricación de jabón a partir de aceite usado que se lleva a cabo en Jerez.
“En Madre Coraje soñamos con consolidar este proyecto formativo y expandir estas experiencias a otras asociaciones. Conseguir integrar al colectivo de personas con discapacidad intelectual en nuestros talleres de voluntariado nos ha hecho crecer como organización y, fomentando la diversidad, hemos descubierto una realidad que día a día llena de sonrisas nuestros talleres”, finaliza Palma.