Investigadores del Centro Tecnológico del Plástico (Andaltec) se han desplazado hasta Turquía para trabajar en el proyecto europeo de I+D Susfoflex, que tiene como objetivo el desarrollo de nuevos envases sostenibles e inteligentes que portarán sensores de temperatura y del estado de conservación del alimento que contienen. Los innovadores envases para fruta y pescado también ampliarán el tiempo en que el alimento se mantiene en perfectas condiciones, lo que ampliará sus posibilidades de comercialización en mercados más lejanos.
Esta iniciativa está liderada por la Universidad finlandesa de Oulu y cuenta con la participación de catorce organizaciones de ocho nacionalidades dentro del VII Programa Marco, el principal programa de financiación de la I+D a nivel europeo. Precisamente, la reunión de lanzamiento de este proyecto internacional tuvo lugar en la sede de Andaltec en Martos el pasado mes de febrero.
Esta tercera reunión del proyecto Susfoflex ha servido para evaluar el estado de desarrollo del proyecto, así como para definir los sistemas de protección, materiales y aditivos a utilizar y para determinar la selección de las propiedades que tendrá finalmente el sensor entre todas las opciones desarrolladas. También se ha abordado la realización de un completo análisis de mercado para estos innovadores envases para alimentos, ya que el objetivo es que puedan estar en los hogares europeos en el plazo de unos pocos años.
El proyecto Susfoflex se centra en la investigación sobre nuevos envases inteligentes usando nuevas técnicas de impresión y de nanomateriales. “Se trata de aportar al mercado una tecnología innovadora y atractiva que proporcione a los colaboradores que forman parte del consorcio nuevos productos con grandes posibilidades de comercialización”, explica el gerente de Andaltec, José María Navarro. De esta forma, se desarrollarán nuevos envases de bioplástico para alimentos sostenibles e inteligentes que, además de proteger el alimento, contendrán un producto que permite alargar la fecha de caducidad. Estos envases también portarán sensores que, a través de un código de colores, indicarán si el alimento está en perfectas condiciones o si ha empezado a deteriorarse. “Se trata de un mecanismo mucho más efectivo y fiable que la tradicional fecha de caducidad impresa en el envase para saber si un alimento se encuentra realmente en buenas condiciones para ser consumido”, indica Navarro.
Andaltec es líder del paquete de trabajo dedicado a la demostración y producción a pequeña escala y, además, se encargará de los estudios de degradabilidad de los envases. Por otra parte, gracias a la nominación como Exploitation Manager de uno de sus investigadores, el centro estará a cargo de la gestión de la explotación de los resultados del proyecto.
Fuente: Fundación Andaltec.