El afloramiento de macroalgas en zonas donde se desarrolla la acuicultura puede afectar las actividades diarias de este sector, ya que la gestión de su retirada como residuo puede suponer costes económicos adicionales. Es el caso de los esteros de Andalucía, donde las algas afectan al cultivo de peces principalmente, y el de las Rías Baixas de Galicia, donde perjudican el cultivo de moluscos.
Para hacer frente a este reto, Andalucía y Galicia han puesto en marcha una iniciativa que buscará cuantificar, identificar y caracterizar las algas que afloran de forma masiva en zonas de acuicultura y que deben ser retiradas del medio. Además, evaluarán cómo se gestiona actualmente este residuo, para luego proponer y demostrar procesos de gestión alternativa que permitan aprovechar de la forma más eficiente su potencial.
Se trata de un fenómeno no controlable; no obstante, con la aplicación de mejores prácticas en la gestión de este tipo de residuos, así como el uso de tecnología que pueda ser aplicada en un punto próximo al lugar de extracción del alga, además de facilitar dicho proceso, podría convertirse incluso en un beneficio económico no sólo por el ahorro del coste en sí, sino por el hecho de brindar un valor añadido a la biomasa extraída.
“A principios de enero hemos iniciado la ejecución del proyecto Gestión y valorización de la biomasa de algas desechada en la actividad acuícola, que se desarrollará en dos zonas acuícolas diferenciadas como son las Rías Baixas y los esteros andaluces”, indica Diego Méndez, responsable de la División de Valorización de Subproductos y Economía Circular de ANFACO-CECOPESCA, entidad coordinadora del proyecto que cuenta como socio con la Fundación Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía, CTAQUA.
“Es importante señalar que el proyecto no pretende valorar las causas que originan el afloramiento masivo de algas, sino que lo asume y quiere ofrecer alternativas de gestión y aprovechamiento para las empresas que lo sufren”, añade Diego Méndez.
Además de ser responsable de las actividades concretas a realizar en la región gallega, ANFACO-CECOPESCA se centrará en el aprovechamiento de la fracción proteica de la biomasa de algas que proliferan en zonas de marisqueo de las Rías Baixas mediante la obtención de hidrolizados proteicos, químicos o enzimáticos, para la alimentación animal o piscícola. Por su parte, CTAQUA valorizará en proteínas dicho contenido (procedente de las algas generadas en los esteros de la región Sur-atlántica de Andalucía) mediante un ensayo piloto de producción de compostaje orgánico de calidad para su empleo como fertilizante agrícola. El Centro Tecnológico llevará también a cabo las actuaciones específicas en la zona de Andalucía.
Entre las distintas actividades a llevar a cabo por ambos centros, están el estudio y cuantificación de la proliferación de algas en las zonas afectadas; el muestreo, identificación y caracterización de las algas muestreadas; la identificación de deficiencias en la gestión de la biomasa de algas y propuestas de mejora y, por último, la realización de acciones piloto para valorizar dicha biomasa.
“Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase inicial de ejecución centrada en la cuantificación de los residuos de algas y el estudio de su gestión actual, para lo cual está previsto la realización de entrevistas con productores acuícolas, tanto en la región gallega como andaluza”, explica María del Mar Agraso, directora técnica de CTAQUA.
Este proyecto se ejecuta en el marco de la convocatoria para el fomento e impulso de la sostenibilidad pesquera y acuícola, en el marco del Programa pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) en 2017, con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad.