La Fundación Atarazanas convoca una concentración de la sociedad civil sevillana bajo el lema Atarazanas de Sevilla, para Sevilla y el mundo. La concentración tendrá lugar el próximo sábado 24 de Noviembre a las 12 horas en la puerta de las Reales Atarazanas de Sevilla calle Temprado 41002 Sevilla.
Según ha emitido la Fundación Atarazanas en un comunicado, planteará a la Consejería de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía que las Reales Atarazanas sean de una vez para siempre de Sevilla y de los sevillanos. Evitando así «episodios de especulación y falseamiento de identidad patrimonial».
La Fundación presentará, así mismo, una propuesta a la citada Consejería para la apertura inmediata al público de las Atarazanas. La propuesta incluye un plan de difusión y actividades culturales, junto a un programa paralelo de conservación y mantenimiento arquitectónico integral.
Según la nota, «la Fundación Atarazanas seguirá trabajando, como viene haciendo desde 2006, para recuperar las Atarazanas y que puedan ser contempladas en toda su grandiosidad, tal como corresponde a un edificio que forma parte esencial de la historia de Sevilla en los últimos ochocientos años.
Se ha de aprovechar esta nueva oportunidad para que este Bien de Interés Cultural, edificio de extraordinaria singularidad arquitectónica y de un alto valor simbólico, tenga el proyecto que merece y se convierta en otro faro más de los que proyectan la universalidad de nuestra ciudad; junto a la Catedral, La Giralda, los Reales Alcázares, el Archivo de Indias y la Torre del Oro. Las Reales Atarazanas forman parte de la epidermis histórica e identitaria de Sevilla y no deberían quedar jamás travestidas por otras identidades, sean financieras o de cualquier otra índole. Actualmente, el crédito y prestigio patrimonial de Sevilla está en entredicho por la UNESCO y de haber seguido adelante este proyecto, probablemente, hubiese provocado la definitiva expulsión de los tres monumentos sevillanos incluidos en la lista de Patrimonio Mundial.
Lo venimos advirtiendo desde hace muchos años, si en las Atarazanas se entra sin respeto, se saldrá también sin respeto. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido en este proceso tan lamentable, donde han primado intereses de todo tipo menos los de Sevilla y las Reales Atarazanas. Lamentamos, por ello, los cuatro años perdidos, donde no se han realizado las inversiones prometidas ni el mantenimiento necesario para este tipo de edificios monumentales. Eso sí, han significado un extraordinario escaparate publicitario y promocional, a coste cero, para la entidad concesionaria».
De otra parte, la Fundación ha valorado «positivamente la decisión de Caixabank de trasladar el Caixaforum al rascacielos de su propiedad, al entender que resulta más coherente la propuesta de la franquicia cultural en el nuevo emplazamiento situado en la Cartuja».
En tal sentido, explican «rechazamos tajantemente la consideración de que el proyecto arquitectónico presentado para la creación del Caixafourm en las Atarazanas haya sido objeto de algún bloqueo o retraso intencionado. Por el contrario, hay que entender que el citado proyecto no garantizaba la rehabilitación integral del monumento, sino más bien su amputación parcial, acompañada de una inquietante contaminación visual, tanto del interior como del entorno monumental de las cubiertas. Pues, de no haber sido así, hubiese pasado sin problemas el trámite garantista, que resulta lógico e ineludible en este tipo de intervenciones, y hubiese obtenido sin problemas la licencia de obras».
Desde la Fundación Atarazanas han querido insistir en «la importancia de nuestro patrimonio histórico, artístico y monumental. Algo que todos heredamos con el paso de los siglos y que hemos de legar a las generaciones futuras. Por eso, nadie tiene derecho a liquidarlo ni malversarlo, por muy dura que resulte una crisis económica. Sobre todo si consideramos que, precisamente, el patrimonio de Sevilla puede representar por sí mismo nuestro mejor aliado contra la crisis. No sólo como aglutinante para desarrollar actividades artísticas y culturales de interés general, sino como atractor de un turismo estable y de calidad».
Fuente: Fundación Atarazanas.