CajaGranada Fundación ha inaugurado en el Centro de Exposiciones de CAJAGRANADA en Puerta Real la exposición “Maestros de la Pintura”, con fondos de la excepcional colección atesorada por la familia Lladró, que se podrá visitar hasta el próximo 9 de julio.
La presentación de la muestra ha corrido a cargo del director de CAJAGRANADA Fundación, Diego Oliva; de Carmen Tarín, directora de la Colección Familia Lladró; y de Marisa Oropesa, comisaria de la exposición.
Para Diego Oliva, la exposición es una excepcional muestra de arte clásico, del Románico y el Barroco español que, tras las fotografías de Terry O’Neill, muestra la amplia versatilidad de la oferta expositiva de CAJAGRANADA, estando convencido de que será una de las grandes citas culturales de esta primavera, para disfrute tanto de los granadinos como de los visitantes que, en los próximos meses, vendrán a nuestra tierra.
Carmen Tarín, por su parte, contó el origen de la colección Lladró, fechándola en los años 80, cuando la familia empezó a adquirir obra dispersa por el mundo de artistas valencianos para, después, enriquecer la colección con otros grandes clásicos de la pintura española. Una colección que actualmente consta de unas 300 piezas, de las que se ha hecho una selección para esta muestra, que visita Andalucía por primera vez.
La directora de la Colección Lladró hizo un encendido elogio del coleccionismo privado, sin cuyo compromiso, muchas obras de arte se habrían perdido irremediablemente. Por ejemplo, una colección como la de la familia Lladró requiere de un enorme esfuerzo por conservar y restaurar piezas de cientos de años de antigüedad.
Y Marisa Oropesa, por su parte, además de señalar la importancia que tiene el hecho de que esta colección pueda ser vista por primera vez en Andalucía, destacó una pieza en concreto: “Adoración de los Magos”, de Vicente Macip, soberbia tabla del siglo XVI que, por primera vez, está siendo expuesta al público.
Maestros de la Pintura
Con un amplio repertorio de épocas, estilos, formatos y técnicas, la colección pictórica de la familia Lladró constituye uno de los conjuntos artísticos privados más importantes de España. De las más de doscientas obras que la componen, presentamos aquí una treintena, sin duda, las más sobresalientes.
Se trata de una selección equilibrada de las principales tendencias de la Historia del Arte español, poniendo el acento especialmente en el arte valenciano, sin olvidar algunos brillantes ejemplos de maestros del resto de España y de Europa.
El público podrá seguir un recorrido que se inicia con la imponente tabla La leyenda del Caballero de Colonia que data del siglo XVI para terminar con obras del siglo XVIII. De forma que esta exposición recorre en una línea casi continua los principales estilos y corrientes de la pintura, jalonados por algunos de sus principales representantes.
Destaca, por ejemplo, una bellísima tabla de Alonso Berruguete (h.1490-1561) que nos muestra la influencia del manierismo florentino que el artista introdujo en fechas muy tempranas en nuestro país. El siglo XVI está representado además por Vicente Macip (h.1475-1550) y su hijo Juan de Juanes (h.1507-1579) presentes en la exposición con obras muy significativas.
Los protagonistas del gran Siglo de Oro de la Pintura Española no podían faltar en esta cuidada colección. Obras de Juan Ribalta (1597- 1628) y de su cuñado Vicente Castelló se presentan junto a piezas bellísimas de Jerónimo Jacinto de Espinosa (1620-1667), todas ellas de temática religiosa. Por supuesto, destaca José de Ribera (1591- 1652) con dos obras maestras como San Onofre y San Andrés.
La escuela sevillana cobra protagonismo de la mano de dos de sus máximos exponentes: el extremeño de nacimiento pero sevillano de adopción Francisco de Zurbarán (1598-1664) con dos obras con una fuerza dramática característica del maestro y Juan Valdés Leal (1622-1690) inmerso ya en el pleno Barroco de finales de siglo.
La pintura cortesana de la “escuela madrileña” es clave también en los últimos años de la centuria como nos lo demuestra Claudio Coello (1642-1693) en Magdalena penitente, una pintura refinada que aúna las influencias flamencas y venecianas. Su discípulo, Antonio Palomino (1655-1726), pintor de cámara de Carlos II y Felipe V, deja patente su sabiduría barroca en su modélica Inmaculada Concepción.
En el tránsito de los dos siglos nos encontramos con dos obras imponentes y coloristas de Margarita Caffi (h.1650-1710) y un bodegón de Baldasare de Caro (1689-1750).
José Camarón y Boronat (1731-1803) cierra este recorrido expositivo a través de su mirada delicada y elegante con un sutil espíritu rococó ya del siglo XVIII, como apreciamos en La Adoración de los Reyes.
La muestra ocupa las dos salas del Centro de Exposiciones de CAJAGRANADA en Puerta Real. La Sala 1 está centrada en obras de los siglos XV y XVI, las más antiguas de la colección, adscritas al Renacimiento. Elaboradas todas empleando la tabla como soporte, abarcan desde la corriente italogótica en la pintura catalana hasta un temprano Manierismo de manos del castellano Alonso Berruguete -Virgen con Niño- o del genial Greco -Santiago el Menor-. Mención especial merece el apartado del renacimiento valenciano, bien representado con obras de Vicente Macip y Juan de Juanes. Padre e hijo absorben las lecciones del nuevo arte que, desde Italia, empieza a llegar a Valencia a partir del último cuarto del siglo XV y las incorporan con madurez a sus composiciones.
La Sala 2 exhibe las obras de los siglos XVII y XVIII, pertenecientes a las distintas vertientes del barroco español. Brillantes ejemplos del sobrio tenebrismo naturalista salidos de los pinceles de José de Ribera, Jeronimo Jacinto de Espinosa o Francisco de Zurbarán conviven con composiciones de una generación posterior de artistas (Claudio Coello, José Antolínez o Antonio Palomino) donde dominan la exuberancia y la ampulosidad. El género de la naturaleza muerta viene representado por los italianos Baldasare di Caro y Margarita Caffi.