La situación de confinamiento en casa durante días puede generar diversas situaciones y diferentes estados de ánimo. Por ello, hay que potenciar algunos factores de protección que nos ayudan a sobrellevar esta situación inesperada.
Los departamentos de Orientación del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU y del Colegio CEU San Pablo Sevilla de la Fundación San Pablo Andalucía CEU proponen unos sencillos consejos para optimizar nuestra estancia en casa.
En casa por el bien común
Las familias ven su rutina distorsionada y tienen que organizar su día a día con los menores y mayores sin salir de casa. Esta cuarentena se tiene que llevar de la mejor manera posible y siempre con una actitud positiva ante una situación que es temporal.
Es importante preguntarse ¿Cuáles van a ser los retos? ¿Cuáles son las fortalezas que tenemos cada uno de nosotros que pueden ayudar a toda la familia? Hemos de ser sinceros, escuchando los padres a los hijos y estos a sus padres, contextualizando situaciones y todo en un lenguaje adecuado a cada edad.
Para los padres que tratan de trabajar desde casa, su capacidad de hacerlo puede depender de factores relacionados con trabajo, la edad de sus hijos y cómo son sus casas. Durante este periodo se suelen manifestar síntomas como ansiedad, frustración y depresión. Para que no lleguemos a esa situación nos tenemos que cuidar y dejar aconsejar.
El aislamiento autoimpuesto genera en sí una sensación de autonomía, la sensación de conexión con quienes nos rodean y de estar cumpliendo con las tareas que nos hemos impuesto puede llegar a ser muy positivo.
Una información de calidad
Los padres han de estar tranquilos y lo hijos informados, para ello hay que huir de la sobreinformación, ya que esta puede generar ansiedad.
Los menores deben conocer la situación, cada uno con su nivel de comprensión. Los niños no deben recibir las informaciones directamente de medios de comunicación o redes sociales, para que no se saturen o generen un miedo irracional.
Idea clave
La idea clave que tenemos que asumir no es que no nos dejan salir, sino que, gracias a nuestro sacrificio personal, estamos haciendo un bien para los demás y la sociedad. Estamos haciendo algo que es esencial para el bien común, con ello salvamos vidas.
Nuestro objetivo: organizarnos
Planificar el día para estructurar la mente de todos en casa, igual que los días normales de clase, para que sepan que no están de vacaciones, ajustando las rutinas, de trabajo, de esparcimiento que fomenten la creatividad y tareas del hogar (limpieza, cocina…).
Una propuesta:
-Por la mañana hacemos los deberes, trabajamos y hacemos las tareas de la casa entre todos.
-A mediodía almorzamos y después vemos un poco la tele, jugamos con la tecnología o descansamos un poco.
-Por la tarde actividades especiales en familia, juegos, etc.
Tendemos que utilizar la tecnología para mantenernos unidos a nuestros seres queridos. Limitando el uso de tablets, videojuegos, móviles y demás gadgets para incrementar el tiempo de relación familiar, así como de redes sociales para los más mayores. Es necesario hacer actividades manuales o musicales y buscar formas de pasar el tiempo separados de las pantallas.
Debemos aprovechar esta nueva circunstancia educativa, donde los niños tienen que trabajar de manera virtual con sus profesores. Incorporando la formación online a los estudios. Hay que asegurarse de las páginas educativas a las que acceden, siempre las recomendadas.
Es importante sentir que se está logrando algo durante el periodo de aislamiento, tanto para niños como para padres. Trabajar desde casa, hacer los deberes, cumplir cosas planeadas desde tiempo antes, esas pequeñas reparaciones caseras…
Mantenerse activo
Cada día es necesario buscar formas de mantener activo e incluso incrementar la actividad física que podamos realizar en casa, para ello es importante planear una rutina diaria que diseñemos para nosotros mismos previamente y cumplirla, para los mayores al menos media hora diaria de ejercicio.
Paciencia y tranquilidad
Padres, niños y profesores debemos tener paciencia en esta nueva situación. Hemos de mantener las reglas de disciplina del centro educativo y no llegar nunca a saturarlos de trabajos. Es importante mantener el día a día constante con una actitud positiva.
Somos un gran equipo
Hemos de hablar entre todos de las dificultades que pueden suponer estos días en casa y colaborar, apoyarnos los unos a los otros, esforzándonos en hacer la vida más llevadera a los demás durante este tiempo.
Los niños deben comprender por qué no debemos salir de casa: no por el miedo a contagiarnos, sino porque de este modo estamos protegiendo a personas de salud frágil. Ellos tienen que comprender que están haciendo un acto lleno de valor y trascendencia.
Démonos espacio, manteniendo los contactos
Respetar el espacio y el tiempo de los demás es importante, esta puede ser una oportunidad para crear y recuperar rituales familiares, como sentarse a comer todos juntos, bendecir la mesa, cocinar con los niños, ver una película…
Es importante para la salud mental sentirse conectado a los demás, la tecnología es la gran aliada. Conectar con amigos y familiares en las redes sociales o por teléfono va a ser importante para los adultos mostrando un apoyo social mutuo, contactando con los demás y saber que están bien. Para los más pequeños se pueden organizar videoconferencias con familia y amigos.
Aprendamos de la experiencia
Esta experiencia nos puede ayudar a ser mejores personas, mejores padres e hijos, mejores familias. La ralentización de la actividad puede venir bien, nuestra rutina puede mejorar. Dedicando tiempo a las cosas que de verdad importan, las relaciones entre todos los miembros de la familia, hablar con confianza, ampliar aficiones, compartir la Fe y vivirla en familia…