Nuestras manos juegan un papel muy importante en la ejecución de las actividades de la vida diaria, pues con ellas manipulamos y sentimos todo lo que nos rodea. Por eso DACE te explica cómo trabajan el efecto tenodesis en menores con Daño Cerebral Adquirido.
DCA Infantil: funcionalidad de la mano. Efecto tenodesis
En nuestro día a día, llevamos a cabo muchas actividades bimanuales en las que requerimos destreza y fuerza de las manos, como atarse los cordones, abrir una botella, coger el tenedor y llevárnoslo a la boca. En todas ellas, las manos pueden realizar diferentes funciones como manipular, alcanzar, sujetar, apoyar, coger.
Una de las secuelas más comunes cuando se produce un Daño Cerebral Adquirido (DCA), es la hemiparesia y/o hemiplejía, que aunque afecta a la mitad de cuerpo, ya sea izquierda o derecha. Se ve una mayor afectación y difícil recuperación del miembro superior, afectando al control de los movimientos de la mano y el brazo, pudiendo dar lugar a dificultades para incorporarlo en las actividades cotidianas. Estos problemas motores repercuten en la funcionalidad de la mano, dificultando así la capacidad manipulativa a la hora de realizar diferentes agarres, pinzas o presas que realizamos en el día a día.
En la rehabilitación de la mano, uno de los efectos biomecánicos que se da es el efecto tenodesis que consiste en que cuando extendemos la muñeca, los dedos se flexionan y, cuando flexionamos la muñeca, se extienden. En pacientes crónicos con secuelas instauradas, este efecto puede ser utilizado de manera compensatoria para conseguir un movimiento funcional. En el caso contrario, se debe evitar, reeducar el movimiento y conseguir una funcionalidad normal de la mano mediante terapia manual y con ayudas órtesicas.
Por ejemplo, cuando una persona no es capaz de abrir y cerrar la mano para poder coger una botella de agua debido a su afectación, la propia tenodesis de la muñeca podrá facilitar el movimiento y posibilitar la realización de la actividad a pesar de presentar alterada esa función.