Las personas mayores de 65 años, especialmente aquellas que tienen dependencia de otros, constituyen un grupo de alto riesgo frente a las altas temperaturas. De ahí que los centros residenciales sean uno de los ámbitos de actuación más importantes a la hora de tomar medidas preventivas y de intervención durante los meses de verano.
Los ancianos, sobre todo los que sufren enfermedades neuro-degenerativas, tienen mermada la sensación de calor y la percepción de sed, también tienen disminuida la función renal y además sufren una mayor pérdida de agua debido a los fármacos. Esto les convierte en grupo de riesgo a la hora de sufrir deshidratación severa.
Fundación Gerón, que en la actualidad gestiona más de una veintena de centros de mayores en toda España, cinco de ellos en la provincia de Sevilla (Residencia Gerón de Sevilla, Lebrija, El Cuervo, Cañada Rosal y Mairena del Alcor), aplica rigurosamente un protocolo específico para proteger a los residentes de los efectos nocivos del calor sobre su salud. Las acciones preventivas que se han puesto en marcha podrían resumirse en el siguiente decálogo:
1º- Ingerir líquidos (agua y zumos) cada dos horas.
2º- Beber aunque no se tenga sed.
3º- Evitar las salidas al exterior en las horas de más calor (desde las 12h a 19h aproximadamente)
4º- Mantener la temperatura del aire acondicionado a 26º C.
5º- Vestir siempre con ropa ligera y de colores claros.
6º- Limitar el consumo de calorías sustituyendo los hidratos de carbono por frutas y verduras. Los vegetales crudos (gazpachos, ensaladas) suponen un buen aporte de vitaminas. Del mismo modo, las frutas de temporada como la sandía, el melón o las ciruelas.
7º- En caso de salir al exterior, protegerse del sol usando gorros/as para la cabeza, crema protectora y llevar siempre consigo una botella de agua.
8º- Durante las horas de más calor, las persianas deben permanecer bajadas y las ventanas cerradas con el aire acondicionado encendido.
9º- Evitar los esfuerzos y el ejercicio físico para evitar los golpes de calor.
10º- Identificar la medicación que pueda alterar la adaptación del organismo al calor.
En último término, si a pesar de las medidas preventivas, tuviera lugar un episodio de malestar ocasionado por una subida de las temperaturas, se recomienda tumbar a la persona bocarriba con las piernas en alto (en ángulo de 45º), alertar al personal sanitario e hidratar a base de la ingesta de líquido y toallas húmedas sobre la piel.