Con motivo del Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre), la doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU y coordinadora del grupo de trabajo ‘Estilo de Vida’ de la Sociedad Española de Diabetes, Elena Sarabia, destaca la importancia de practicar ejercicio para contrarrestar los efectos de esta enfermedad y cómo ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“Diabetes. Protege a tu familia” es el lema elegido este año, destacando el papel de quienes acompañan a los pacientes en su día a día, en su cuidado e incluso en la prevención y educación sobre todo lo relacionado con esta dolencia.
Como subraya la profesora Sarabia “la práctica de ejercicio físico es siempre fundamental para la prevención de la diabetes de tipo 2 y el tratamiento para diabetes de tipo 1”. Así –explica- “el ejercicio físico lo que hace es potenciar la función de la insulina; es decir, ayuda a que la glucosa entre en la célula y no se quede circulando por el torrente sanguíneo, que es lo que se conoce como tener el azúcar alto”.
Sarabia habla tanto de prevención como de tratamiento, porque aquellos pacientes que aún no han tenido que recurrir a medicamentos pueden retrasar ese momento -o incluso evitarlo- si realizan deporte con regularidad, “ya que ayuda a mantener los niveles de glucosa en sangre estables”.
Respecto a la pregunta de si hay algún ejercicio indicado para las personas diabéticas, la docente recalca que “tanto el trabajo físico de resistencia, como el de fuerza, son muy beneficiosos”, haciendo hincapié en que “los mayores, que en ocasiones padecen diabetes tipo 2, no deben descuidar este último”. Insistiendo en esta idea, defiende que “aunque a ellos les resulta más sencillo salir a caminar o nadar un rato en la piscina, tienen que realizar también entrenamiento de fuerza que, sin duda, contribuirá a que experimente mejoría”.
Por último, refiriéndose al lema de este año, recuerda que “el entorno es fundamental en cualquier enfermedad. Si un niño es diagnosticado con diabetes de tipo 1 y su familia se alimenta a base de comida procesada, pues claramente no ayuda”. Respecto a la diabetes de tipo 2, que ha definido como “diabesidad” -diabetes y obesidad-, “es fundamental que todo el entorno favorezca que haya un estilo de vida saludable -alimentación adecuada, dejar el alcohol o el tabaco, etc.- “.
“Por tanto, -concluye- es necesario que exista un acompañamiento familiar, escolar-laboral y, en general, de toda la sociedad para hacer más llevadera la aparición de la diabetes de tipo 1 y retrasar o evitar por completo la de tipo 2”.