La población indígena de las comunidades campesinas del Valle del Cusco vive en condiciones de precariedad habitacional, siendo sus viviendas insalubres e inseguras por la ausencia o déficit de servicios básicos, especialmente de agua y servicios higiénicos.

El presente proyecto puesto en marcha por la Fundación Social Universal busca fortalecer las capacidades de la población en tres comunidades indígenas del Valle Sur para mejorar las condiciones de salubridad de la vivienda, haciendo uso de la energía solar. Este proceso considera generar espacios de capacitación práctica y reflexión compartida entre las familias sobre sus roles y funciones en la gestión de la familia y la vivienda.

El proyecto contempla el desarrollo de acciones de mejoramiento progresivo y participativo de viviendas, específicamente en cocinas y baños, que aborda tres fases:

La primera fase consiste en un sistema de capacitación en mejoramiento, refuncionalización y bioclimatización de la vivienda y en temas de salubridad y hábitos de higiene, dirigido a 45 familias de tres comunidades indígenas. Como parte de este proceso, y como mecanismo de motivación e implicación de familias, se desarrollará una visita de observación a las viviendas de la comunidad de Corimarca del distrito de Cusco, donde se han realizado intervenciones recientes en mejoramiento de viviendas con la participación de nuestro socio en Cusco, el Centro Guamán Poma de Ayala. Con posterioridad se identificarán a las familias destinatarias de las obras de mejoramiento de sus viviendas, en base a los siguientes criterios: asistencia proactiva en el sistema de capacitación, mujeres jefas de hogar, número de niños, necesidades generales de la familia, iniciativa y participación.

La segunda fase comprende la ejecución de las obras de mejoramiento participativo de las condiciones de salubridad y la habitabilidad en las ocho viviendas seleccionadas. Las obras consisten en la ejecución del mejoramiento de servicios higiénicos, con la instalación de calentadores solares artesanales para la generación de agua caliente para duchas y lavabos. Estos equipos han sido validados por nuestra contraparte que hasta la fecha ha instalado 50 calentadores con otros programas institucionales. Además se realizarán mejoramientos en las cocinas a través de la construcción de cocinas mejoradas, la apertura de claraboyas y de ventanas, la instalación de refrigeradoras ecológicas y la implementación de suelos aislados, buscando fomentar la apropiación y sostenibilidad de las acciones emprendidas en el proceso.

La tercera fase consiste en el acompañamiento personal a las familias en el uso y mantenimiento de los nuevos elementos en su vivienda durante un período de tres meses.

En total esta iniciativa financiada por el Parlamento de Andalucía beneficiará a 180 personas, 91 mujeres y 89 hombres, e indirectamente a unas 1.800 personas del área de intervención de este proyecto.