La exposición ‘Un siglo de esplendor’, que puede visitarse desde mañana 8 de mayo hasta el 11 de julio, reúne casi doscientas piezas atesoradas por las Hermandades y Cofradías de la ciudad durante el último siglo.
La muestra conmemorativa del Centenario de la Agrupación de Cofradías se inaugurará oficialmente esta tarde en un acto en el que participarán representantes de las instituciones organizadoras y colaboradoras.
El Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga de la plaza del Obispo abrirá mañana al público la exposición ‘Un siglo de esplendor’, que reúne un
conjunto de obras representativas del patrimonio artístico de las Hermandades y Cofradías malagueñas. Esta amplia muestra, que podrá visitarse hasta el 11 de julio, está organizada por la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, la Diócesis de Málaga y la Fundación Unicaja.
‘Un siglo de esplendor’, la primera exposición conmemorativa del centenario fundacional de la Agrupación de Cofradías, se inaugurará oficialmente esta tarde en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga en un acto que contará con la asistencia de las instituciones organizadoras representadas por el obispo de Málaga, Jesús Catalá; el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, Pablo Atencia; y el presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel. Asimismo, también está prevista la asistencia de representantes de las instituciones patrocinadoras del Centenario de la Agrupación de Cofradías: el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el director general de Patrimonio Histórico y Documental de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Araúz; el diputado de Cultura, Víctor González; y el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga. El presidente de la comisión del Centenario, Luis Merino, conducirá el acto.
Un recorrido por los tesoros de la Semana Santa malagueña ‘Un siglo de esplendor’ se compone de más de ciento noventa piezas y
está estructurada en diez espacios temáticos que ocupan las dos plantas del Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga. La muestra comienza en su patio central con el ‘Jardín de la Pasión’, una representación de la botánica cofrade con las especies florales y vegetales características de la Semana Santa malagueña.
Bajo el nombre ‘El triunfo de la muerte en cruz’, la primera sala se centra en la representación de la muerte de Jesús en las diversas disciplinas artísticas. Destacan en ella, entre otras piezas, el catafalco de la Hermandad del Sepulcro diseñado por Moreno Carbonero y realizado en los talleres del Padre Félix Granda en Madrid, así como los cuatro Jinetes de la Apocalipsis del escultor malagueño Ruiz Montes, que figuran en el trono del Santísimo Cristo de la Redención de la Archicofradía de los Dolores de San Juan.
La segunda sala es ‘Templo itinerante’ y muestra una selección de frontales de trono y sus piezas más relevantes, destacando el de Nuestro Padre Jesús de la Humillación de la Hermandad de la Estrella y la peana de la Virgen del Amor Doloroso de la Hermandad de Pasión, obra de Cayetano González.
Al inicio de la primera planta pueden verse en ‘Insignias de fe’ una selección de los hábitos e insignias que encarnan la procesión de nazarenos, con hábitos de la singularidad del de la Hermandad de Viñeros o el guion de Coronación de la Virgen de la Soledad de la Congregación de Mena.
En el cuarto espacio, ‘Dios y hombre’, se exponen las más valiosas túnicas bordadas en oro de los Cristos malagueños. También se exhibe una selección de atributos propios de las imágenes cristíferas, grandes obras de joyería y orfebrería. Se pueden contemplar obras históricas como la túnica bordada de Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón de la Hermandad de la Paloma y las potencias en oro de Nuestro Padre Jesús Cautivo.
Los grupos escultóricos son los protagonistas de la quinta sala que, bajo el título ‘Cuerpo escénico’, se dedica a las imágenes secundarias que dan vida a diferentes pasajes de la Pasión de Cristo en las procesiones malagueñas. Con obras de los artistas más representativos de los siglos veinte y veintiuno, destaca el grupo escultórico de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio del imaginero y escultor Juan Vega, y la icónica imagen del sayón popularmente conocido como “Berruguita”, obra de Navas Parejo como reproducción de la desaparecida talla de Gutiérrez de León.
La sexta sala la componen la alta joyería y orfebrería como atributos de la Virgen. Coronas, diademas y halos de las dolorosas malagueñas se recogen en ‘Signos de realeza’. La corona de oro de la Virgen de las Penas y el halo de coronación de la Soledad de Mena son alguna de las piezas más notables.
En el espacio ‘Apoteosis del bordado’ se muestran obras del bordado en oro y seda, algunas catalogadas como bien de interés cultural. Mantos, palios y sayas, entre los que destacan el manto de la Virgen de los Dolores de la Archicofradía de la Expiración y la saya bordada sobre tisú de plata de la Virgen de la Esperanza de la Archicofradía del Paso, obras del taller de Esperanza Elena Caro.
De nuevo en la planta baja el visitante conocerá ‘La otra pasión’, sala dedicada a la provincia en la que se exponen algunas de las piezas patrimoniales más notorias de las localidades malagueñas. Destacan en ella el manto de la Virgen de los Dolores de Ronda de Emilia Salvador Ibarra, la corona de Nuestra Señora de la Paz de Antequera y la túnica de Nuestro Padre Jesús el Pobre de Vélez Málaga.
El recorrido de ‘Un siglo de esplendor’ finaliza en el espacio alegórico ‘La vida eterna’. Aquí se exhibe el Santísimo Cristo Resucitado de José Capuz sobre una peana alegórica, obra del artista José Martín España.
La exposición se podrá visitar hasta el 11 de julio en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga (plaza del Obispo), de martes a domingo en horario de 10:30 a 20:00 horas.
Con esta nueva iniciativa la Fundación Unicaja reafirma su interés en la puesta en valor del patrimonio artístico y cultural, en esta ocasión, del valioso conjunto atesorado por las instituciones cofrades a lo largo de los años. La propia colección de la institución, de la que forman parte obras de arte sacro de gran singularidad, da cuenta de este compromiso con la conservación y difusión del preciado legado cultural vinculado al culto religioso.