El sector cementero en Andalucía reafirma su compromiso con la sostenibilidad y la economía circular, destacando el papel de la industria cementera como un referente en valorización y eficiencia energética, incluso en un contexto de mercado marcado por la incertidumbre.
Durante la presentación de la décima Memoria de Sostenibilidad del Sector Cementero en Andalucía, elaborada por la Fundación Laboral Andaluza del Cemento y el Medio Ambiente (FLACEMA) y presentada hoy en la sede de la Fundación MAS, se destacó que los cuatro grupos empresariales que integran la fundación (Votorantim Cimentos, Holcim España, Cementos Portland Valderrivas y Cemex España) realizaron, entre 2021 y 2023, inversiones superiores a 18 millones de euros, de las cuales el 62,5% se destinó a proyectos de mejoras medioambientales en las siete fábricas de cemento ubicadas en Andalucía.
Manuel Parejo, director general de FLACEMA y encargado de presentar la nueva edición de la Memoria de Sostenibilidad, que se elabora cada dos años y en esta ocasión abarca los ejercicios 2022 y 2023, destacó que el documento “pone en valor una vez más el destacado papel que desempeña el sector cementero en la transición hacia una economía circular, contribuyendo además con la descarbonización del propio proceso productivo de cemento y su cadena de valor”.
En este sentido, el sector cementero andaluz se posiciona como uno de los principales actores de la economía circular, gestionando una media anual de 520.867 toneladas de residuos, tanto para su reciclaje como materias primas alternativas, que ya representan el 5,3% del total, como para su empleo como combustibles alternativos. Cada año, el empleo de más de 226.000 toneladas de este tipo de combustibles evita la emisión de 207.930 toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones de 177.700 vehículos.
La fabricación del clínker en Andalucía alcanzó en 2023 un índice de sustitución térmica procedente de combustibles alternativos del 40,4%, valor que, aunque muy similar al promedio nacional, todavía está por debajo del promedio europeo del 53%. La combinación del empleo de combustibles más limpios, como aquellos que contienen biomasa, junto a las mejoras continuas en eficiencia energética de las fábricas andaluzas, está marcando un importante avance hacia una producción de cementos más sostenibles. Desde 2018, el sector ha optimizado el valor del consumo térmico un 4,1%, situando a las fábricas andaluzas entre las más eficientes de España y Europa. Como resultado, en 2023 la emisión de CO₂ por tonelada de clínker fabricado se redujo hasta 0,753 toneladas, un 11,3% menor que hace cinco años.
Durante la presentación de la memoria, Ricardo de Pablos, presidente de FLACEMA y AFCA y CEO de Holcim España, destacó que “la industria cementera andaluza reafirma su compromiso con la sostenibilidad, liderando iniciativas que integran economía circular y descarbonización”. Además, subrayó que “estos esfuerzos no solo impulsan la transición, sino que también reflejan nuestra firme apuesta por el mantenimiento del empleo de calidad, el impulso de la inversión social y el fortalecimiento de la competitividad del sector”.
En el acto, también estuvieron presentes José Manuel Rodríguez, vicepresidente de FLACEMA y Secretario General de UGT FICA-A y Cristina Ascaso, en representación de CCOO del Hábitat Andalucía. Ambos destacaron la importancia de impulsar la valorización, tanto material como energética, de aquellos residuos que no pueden reutilizarse ni reciclarse. Resaltaron además que esta práctica no solo contribuye a la sostenibilidad en materia ambiental, sino que también es clave para preservar la actividad industrial y el empleo en las fábricas de Andalucía.
Seguridad, formación y empleo: compromiso con las personas
La industria cementera no solo lidera en términos de circularidad, sino también en materia de seguridad. La Memoria de Sostenibilidad destaca que los índices de accidentalidad se mantienen por debajo de la media del sector industrial y de la construcción. Además, el sector continúa apostando por la formación continua, con una media de 446 acciones formativas anuales en cada fábrica, con un promedio de 6,6 horas de duración por cada participante, que refuerzan la cualificación de los empleados y empleadas.
Entorno económico desafiante
Según datos recogidos en la décima edición de la Memoria de Sostenibilidad, en 2021, el consumo de cemento en Andalucía alcanzó los 3,3 millones de toneladas (superando por primera vez la cifra de 3 millones desde 2011) debido a la reactivación de licitaciones y obras de rehabilitación post COVID, un registro que disminuyó posteriormente en 2022 hasta un 5,3% y volvió a presentar un leve crecimiento de un 3,4% en 2023, alcanzándose en nuestra región un consumo de 3,2 millones de toneladas de cemento. En octubre de 2024, el consumo de cemento acumulado del año en Andalucía ha registrado un leve crecimiento de 0,8%.
En el contexto internacional, la exportación de cemento y clínker (el principal componente del cemento) desde Andalucía hacia otros países ha sufrido una disminución muy acusada. Concretamente, en los últimos 3 años, ha descendido 51,5% la exportación de cemento. El sector no ha registrado ninguna mejoría clara en los factores decisivos para la competitividad, tales como los costes eléctricos, la elevada inflación o los precios de los derechos de emisión, que han batido récords históricos en los últimos años.
Apuesta estratégica de futuro
Como parte del cierre del acto, el sector cementero andaluz ha reafirmado su papel esencial para abanderar la sostenibilidad e innovación, enfrentando los desafíos del mercado con soluciones que integran tecnología, eficiencia y compromiso con el medio ambiente y el entorno social. Una apuesta estratégica que contribuye tanto al desarrollo económico de Andalucía como al avance hacia una economía más sostenible y circular.