Esta mañana ha sido presentada en el Centro Cultural CajaGranada ‘Agatha Ruiz de la Prada’ la gran exposición de la temporada primavera-verano de este espacio cultural.
La muestra, que se podrá disfrutar hasta el próximo 2 de julio, permite realizar un completo recorrido por el universo artístico de la afamada diseñadora Agatha Ruiz de la Prada a través de una extensa colección de sus trabajos.
Organizada por CajaGranada Fundación, CaixaBank y la Fundación Agatha Ruiz de la Prada, esta exposición ofrece la oportunidad de disfrutar de 40 de los más exclusivos modelos de la artista, así como de una cuidada selección de catálogos, diseños, fotografías y libros que sumergirán al visitante en el mundo creativo de Agatha Ruiz de la Prada.
En rueda de prensa, la exposición ha sido presentada por la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, acompañada de la presidenta de CajaGranada Fundación, María Elena Martín-Vivaldi; el director del Área de Negocios de Granada Capital y Metropolitana Norte de CaixaBank, Javier Rivas; y la comisaria de la muestra, Marisa Oropesa.
Asimismo, la exposición se complementa con una serie de vídeos de los famosos desfiles de la obra de Agatha Ruiz de la Prada y de ‘El filtro del amor’, el capítulo de ‘Imprescindibles’, recientemente estrenado, que RTVE dedica a la diseñadora. En él se invita al espectador a adoptar el punto de vista con el que Ágatha Ruiz de la Prada ve el mundo y muestra cómo su trabajo pone de relieve el deseo de elevar el diseño a los terrenos del arte y su propósito de tomar el mundo de la moda como un referente del arte en estado puro.
Agatha Ruiz de la Prada en Granada
Agatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) es una creadora que desde los años ochenta viene realizando una imparable labor artística. Esta exposición, realizada exclusivamente para Granada, supone una oportunidad única para acercarse a su mundo único. Durante los años de la “movida madrileña” participaba ya en eventos culturales, no sólo de moda, si no que exponía sus dibujos en distintas galerías. Sería a partir de los noventa cuando comienza a crear licencias que permiten la explotación de su marca y desde entonces sus productos pueden ser desde joyas, manteles, azulejos o pijamas, hasta llegar a nuestros días con unas mascarillas que diseñó para una multinacional y que se agotaron el primer día de su venta. Todo esto nos permite hacernos una idea de lo que ha logrado desde que abriera su primer estudio. Y por eso, en esta exposición no sólo contamos con algunos de sus vestidos más icónicos sino que podremos ver carteles, así como una serie de fotografías realizadas por Kiko Alcázar, videos de sus desfiles y una selección de libros editados por su Fundación. Esta fundación que fue creada en 2011, con motivo del treinta aniversario de la marca, tiene como objeto la conservación, el inventario y la catalogación, así como el estudio, la investigación, el fomento, la difusión y la protección de la obra artística, cultural e intelectual de la diseñadora. Solo una mujer apasionada por su trabajo podría contar con una trayectoria así, la emoción que siente con cada uno de sus proyectos, la energía y las ganas constantes de trabajar que tiene le han llevado a seguir creciendo cada día.
Agatha Ruiz de la Prada es capaz de atravesar y trascender las fronteras y límites de la moda hasta llegar al arte en su acepción más profunda. Así, sus vestidos son piezas únicas, obras de arte en sí mismas. El historiador de arte checo Max Dvorak afirmaba que “el arte es el estilo”. Si tenemos en cuenta esta definición podemos ver claramente que Ruiz de la Prada cumple ese requisito ya que su estilo es único. A lo largo del tiempo ha sido capaz de crear una identidad propia, un estilo característico, reconocible e inconfundible, además antepone sus inquietudes a las reglas del mercado y cada una de sus obras está impregnada por su genio.
En este sentido, realizar una exposición con vestidos de la artista es algo que no nos sorprende ya que sus creaciones pueden pasar de la pasarela a un museo sin ninguna dificultad, dicho tránsito es natural.
En todo este conjunto de obras, ecléctico pero unificado, apreciamos como el color es una de las claves de la personalidad creativa de Agatha Ruiz de la Prada. Su paleta cromática abarca todos los tonos que nos podamos imaginar, todos menos el negro. El color es un instrumento, lo utiliza con una intencionalidad con un propósito, no aleatoriamente ni caprichosamente. No en vano, ha declarado que “el color te hace sentir más positiva, optimista”. Y así es. Sus creaciones nos acercan a un mundo inundado por formas y coloridos que nos son conocidos, pero sacándolos de su contexto y rutina habitual. Una flor deja de estar en la naturaleza para entrar en nuestros armarios y convertirse en una prenda para la vida cotidiana. Esa capacidad de ver más allá de lo formalmente establecido es lo que la convierte en una autentica innovadora. Porque si nos dijeran que un corazón, una nube, una estrella o una flor pueden vestirse nos costaría creerlo. Pero ella hace que sea posible, nos traslada a un mundo irreal, a un mundo más optimista, como dice la diseñadora “en el color hay un escape de la tristeza”. ¡
Esa frescura y esa imaginación siguen intactas en la mente de la diseñadora, que sabe que las metamorfosis son posibles y que la moda puede ayudarnos a conseguir convertirnos en elementos que jamás hubiéramos imaginado. Desde luego sentirse en una nube nos ayuda a ver el mundo desde otra perspectiva y son esas sensaciones, que Agatha Ruiz de la Prada nos regala, las que nos hace rendirnos ante esa espontaneidad, ante esa genialidad creativa.
Las fuentes en las que bebe son numerosas, aunque sin duda, la principal es la naturaleza: flores, árboles, nubes, estrellas, los colores del arco iris… Investiga en las formas geométricas y hace que las líneas posean tres dimensiones e, incluso, que unas bolas o unos círculos puedan cubrir el cuerpo. En este juego de formas el espacio se ve implicado.
Podríamos afirmar que Agatha Ruiz de la Prada es capaz de transformar el mundo que le rodea “agathizándolo”. Con este término inventado hacemos referencia a una visión de la realidad vitalista y jovial, actual y dinámica, optimista y soñadora.
Más allá de las formas y de los colores, otra de las claves que nos hacen reconocer el estilo de Agatha Ruiz de la Prada es su dominio de los materiales. Los tejidos que emplea son auténticos experimentos en muchas ocasiones, y ella nos demuestra que además del terciopelo, el hilo, la seda o el algodón existen más opciones. Así, en sus desfiles elementos reciclados o los alambres inundan las pasarelas, demostrándonos que todo elemento es susceptible de transformarse. El cuerpo experimenta distintas sensaciones, vistiendo no solo iconos o formas impensables como un huevo, sino sintiendo una infinidad de materiales en la piel.
Tras presentarse con un gran éxito de crítica y público en Perú, Chile, Panamá, México, o Portugal, podremos ver por primera vez en Granada sus diseños. Precisamente Jorge Edwards escribió sobre ella para la muestra que tuvo lugar en Chile y afirmó: “Las conocidas virtudes chilenas – sensatez, equilibrio, pragmatismo -, tienen una contrapartida grave: el gris mayor. Las propuestas de Agatha Ruiz de la Prada nos traen una memoria perdida, profunda: colores esenciales, ritmos, explosiones luminosas, alegres. Es una fiesta que nos hace mucha falta, un aire fresco: imaginación, juego, poesía. Invito a los chilenos a encontrarse con el mundo de Agatha, a descubrirlo, a celebrarlo, a entenderlo en su diversidad y en su magia. Es una liberación y una inspiración para todos.”. También el premio nobel Mario Vargas Llosa escribió sobre el particular universo de esta artista con motivo de la exposición celebrada en el Museo de Arte Contemporáneo de Lima: “Es un mundo joven, alegre, libre, transgresor e inmensamente creativo que, nacido en España, ha ido conquistando prestigio en muchos lugares del mundo. Ahora llega al Perú. Bienvenido sea y ojalá obtenga el éxito que se merece.”
Nos sumergiremos a través de esta exposición en el particular mundo de esta artista polifacética y que es una referencia en la moda. Estaremos entre iconos reconocibles por todos, símbolos que nos han acompañado siempre y que ahora, gracias a la genial intervención de la diseñadora, encuentran un nuevo sentido. En definitiva, estamos ante una ocasión única para rodearnos de arte, de belleza y de optimismo gracias a Agatha Ruiz de la Prada. Como decía el fotógrafo Bill Cunningham “la moda es la armadura para sobrevivir a la realidad del día a día” y qué mejor armadura puede haber que vestir la cultura de Agatha Ruiz de la Prada.