Fundación Málaga continúa su compromiso con la preservación del patrimonio histórico y cultural de la ciudad a través de su colaboración en las investigaciones arqueológicas del yacimiento fenicio del Cerro del Villar. Este enclave, ubicado en la desembocadura del río Guadalhorce, es uno de los puntos de referencia para la comprensión de la presencia fenicia en la Península Ibérica, y las excavaciones que se desarrollan actualmente son clave para el avance en su estudio.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha visitado esta mañana el yacimiento para conocer de primera mano los avances en las excavaciones. Durante la visita, estuvo acompañado por Gonzalo Otalecu, gerente de Fundación Málaga, que destacó el papel de la entidad en la protección y promoción de este tipo de proyectos arqueológicos. «Apoyar iniciativas como la del Cerro del Villar no solo es fundamental para preservar nuestro legado histórico, sino también para generar un impacto cultural y educativo en la comunidad», afirmó Otalecu.
Desde su creación, Fundación Málaga ha colaborado activamente en proyectos que promueven el conocimiento y la divulgación del patrimonio malagueño. En el caso del Cerro del Villar, la Fundación ha participado en diversas fases del proyecto, facilitando la investigación y promoviendo la colaboración con otras instituciones clave, como la Universidad de Málaga y el Ayuntamiento.
El equipo de investigación, dirigido por el profesor José Suárez de la Universidad de Málaga, ha realizado importantes hallazgos que confirman el valor histórico del sitio. Bartolomé Mora, catedrático de Arqueología de la UMA, ha subrayado la relevancia de este enclave en el estudio de la expansión fenicia en la región.
Fundación Málaga reafirma su compromiso con el apoyo a iniciativas culturales y científicas que permitan comprender mejor nuestro pasado y potenciar el legado arqueológico de Málaga, consolidándose como un agente clave en la conservación del patrimonio histórico de la ciudad.
Organización del yacimiento: dos fases arquitectónicas
En las excavaciones del yacimiento fenicio del Cerro del Villar se han identificado dos fases arquitectónicas bien diferenciadas, ambas en un notable estado de conservación. Las estructuras de la segunda mitad del siglo VII a.C. son especialmente impresionantes por los robustos zócalos de piedra local que las sustentan, superando en algunos casos el metro de altura. Los suelos, hechos de barro y grava, reflejan el nivel de detalle en la construcción de la época.
Según explicó el profesor José Suárez, las excavaciones han sacado a la luz calles y edificios de esta fase, con más de una decena de habitaciones. El nuevo diseño urbanístico implicó una elevación significativa de los suelos respecto a la fase anterior, probablemente para mitigar el impacto de las frecuentes inundaciones del río.
En cuanto a la primera fase, que data de la primera mitad del siglo VII a.C., se ha destacado el hallazgo de varias estancias bien conservadas, en cuyo interior se han encontrado grandes ánforas completas. Estas ánforas, dispuestas junto a las paredes de barro, se encontraron fragmentadas debido a un gran incendio, del cual también se han preservado restos de vigas de madera quemadas. Este descubrimiento es de gran interés, ya que ofrece un contexto arqueológico excepcional, comparable al de Pompeya, permitiendo reconstruir con gran precisión el uso de los espacios afectados por el desastre.
Área de fondeadero
El yacimiento también ha revelado detalles sobre una posible zona de fondeadero cercana. Las edificaciones en esta área, alineadas a lo largo de calles paralelas a la costa, presentan longitudes superiores a los 20 metros y amplias estancias internas. Entre los hallazgos destaca la presencia de objetos asociados a la metalurgia, posiblemente relacionados con la producción de cobre.
Producción alfarera
En el extremo occidental del yacimiento se ha identificado parte de un antiguo horno alfarero, junto a restos de cerámica defectuosa o desechada, principalmente ánforas y grandes vasijas, que se pueden fechar hacia finales del siglo VI a.C.
Prácticas de culto
Un hallazgo significativo es el de una pequeña cabeza femenina de terracota, que se encontró cerca del lugar donde, en campañas anteriores, se descubrieron un ungüentario y una jarrita. Estos objetos podrían estar vinculados a una ofrenda, lo que sugiere la continuidad de prácticas religiosas en la zona durante el siglo III a.C.
Producción de salazones
Por último, se ha documentado el límite de un edificio romano tardío (siglo IV d.C.) dedicado a la producción de salazones. El estado de conservación de esta factoría, junto con la aparición de estructuras perimetrales, sugiere que estas últimas podrían haber servido como almacenes o viviendas auxiliares.
El equipo de investigadores que ha llevado a cabo esta campaña arqueológica está compuesto por expertos de la Universidad de Málaga y otras instituciones nacionales e internacionales, como la Universidad de Chicago y la Universidad de Marburgo, con las que se están formalizando convenios de colaboración. Además, se cuenta con la participación de especialistas del CSIC y del SCAI.