Las II Jornadas de Humanización en los Cuidados, organizadas por la Fundación Doña María y celebradas en las instalaciones del Centro de Mayores Fundomar Bermejales (residencia de ancianos en Sevilla), volvieron a ser un éxito. Aproximadamente 60 alumnos de los cursos de Atención Sociosanitaria e Intervención en las Demencias, iniciativa ligada al Proyecto Redes Sevilla, se formaron a través de las ponencias de seis profesionales del sector del cuidado a las personas mayores y los más necesitados.

En la presentación del acto estuvieron presentes el presidente de la Fundación Doña María, José Vázquez; Isabel Cuadrado Estepa, responsable del Proyecto Redes Sevilla; Pedro Vázquez, director de Fundomar; y Fernando Acosta, director del Centro de Mayores Fundomar, que abrió las jornadas refiriéndose al modelo de trabajo que llevan a cabo en FUNDOMAR y el Centro de Mayores Fundomar Bermejales. El trato cercano y humano y dejar el sitio que merece a cada mayor, dejando que decida activamente sobre su día a día, fueron algunas de las realidades destacadas por Acosta.

La primera profesional del sector que comenzó con las breves ponencias fue Carmen Pérez Dorado (Residencia de Ancianos San Juan de Dios), que destacó que entre sus objetivos está el “cuidar al mayor y también a su familia”. Asimismo, Carmen habló de valores como la hospitalidad, calidad, responsabilidad, respeto y espiritualidad como algunas de las claves del éxito.

Evaristo Barrera, profesor titular de Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, tomó el relevo con un discurso centrado en las modalidades de maltrato a los que se están viendo sometidos los mayores y los sectores más desprotegidos. En este sentido, el docente quiso dejar claro que a menudo es un familiar o alguien del círculo más cercano al mayor el responsable de esta mala conducta, generalmente propiciada por situaciones de estrés. Para terminar, Barrera deja claro que el maltrato se puede prevenir con recursos.

El tercer profesional que se dirigió a los presentes fue José Luis Gordillo, psicólogo de la Asociación Paz y Bien, que trabaja por y para personas con discapacidad intelectual. Gordillo recalcó que el principal activo de su asociación “son las personas” y recalcó que necesitan apoyarse en una economía sostenible, basada en el autoabastecimiento, para poder volcarse positivamente con la discapacidad intelectual.

Inmaculada Crespo, trabajadora del Centro de Mayores Fundomar Bermejales, residencia de ancianos de Sevilla vinculada a la Fundación Doña María, se refirió al modelo de trabajo que abraza FUNDOMAR con los mayores. La personalización y la humanización en el trato son dos de las señas de identidad de los trabajadores de Fundomar. Pese a tener a 160 personas a su cargo, Inmaculada deja claro que se sabe de memoria qué desayuna cada uno de sus mayores, así como todos los cuidados diferenciados que éstos requieren… se emociona y afirma con la boca llena que, pese al tremendo esfuerzo realizado en el día a día, merece la pena.

Mari Ángeles Ataide, de FUNDEMA, habló de las fundaciones tuteladas, especialmente perjudicadas por la crisis y la retirada de subvenciones. Se refirió sobre todo al trabajo que realizan a favor de los mayores en situación de abandono y de otras personas en posición de incapacidad. 

Cerró las jornadas el doctor geriatra del Hospital Macarena Luis Fernández, que ya estuvo hace un año en FUNDOMAR en las primeras jornadas. Fernández, que se refirió a profesionalidad y humanidad como los pilares de su discurso, se detuvo especialmente en la evolución que ha experimentado la capacidad funcional de las personas con el paso de los años.

Finalmente, las II Jornadas de Humanización en los Cuidados organizadas por la Fundación Doña María se cerraron con un pequeño turno de preguntas y respuestas en el que los asistentes pudieron solucionar algunas de sus dudas. Una nueva edición de un evento que sirve para reunir a profesionales y estudiantes del mundo del Cuidado al Mayor. Sin lugar a dudas, la mejor oportunidad para disfrutar con la experiencias de los profesionales del sector.

Fuente: Fundación Doña María Fundomar