El IES La Atalaya, de Conil, y el IES José Luis Tejada Peluffo, de El Puerto de Santa María están sumándose, de la mano de Madre Coraje, a la
prevención de las manifestaciones y los discursos de odio en sus propios centros. Para ello, y enmarcado en el proyecto de Madre Coraje ‘Centros educativos libres de discurso de odio’ financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional,
40 docentes y representantes del AMPA de ambos centros educativos se han formado para identificar y prevenir junto a su alumnado el ciber bullying, la xenofobia, el racismo, el machismo, el capacitismo y otras formas de discurso de odio. Para ello, están haciendo uso de un material didáctico elaborado especialmente para este proyecto.
Durante los meses de enero y febrero, se han desarrollado 6 sesiones formativas entre ambos centros, que han contado con un alto grado de participación y motivación: “A este curso de formación vengo con ganas, me divierto y encima me sirve para mi alumnado. ¡Es una gozada!”, nos comenta una de las profesoras del IES Tejada. “Considero muy útiles las propuestas y herramientas ofrecidas, en cuanto que son factibles para llevarlas al aula y adaptarlas a distintas situaciones en las que aparece con frecuencia el discurso de odio”, comenta otro profesor del IES La Atalaya.
Uno de los objetivos del proyecto es llevar a cabo acciones concretas en los centros educativos, a las cuales se está dando forma estos días. En el IES La Atalaya han decidido poner el foco en prevenir el capacitismo (o discriminación y odio que sufren las personas con discapacidad), para lo cual, entre otras actividades, quieren organizar una Biblioteca Humana para que el alumnado conozca en primera persona experiencias de mujeres y hombres con diversidad funcional, sensorial o intelectual.
Por su parte, en el IES Tejada quieren centrarse tanto en la prevención de las diferentes manifestaciones del machismo y puesta en valor de referentes diversos de mujeres, con una serie de actividades en torno al 8M, así como un programa completo que durará hasta finales de curso para sensibilizar sobre el discurso de odio hacia personas migrantes.
Para todas estas acciones, que se llevarán a cabo con junto al alumnado de Secundaria en los próximos meses, se está creando una red de colaboración entre los centros educativos, Madre Coraje y asociaciones y colectivos de la provincia que trabajan estos temas.
“Esta experiencia con Madre Coraje ha supuesto para mí un enriquecimiento personal y profesional, tomando conciencia también de enfoques que muchas veces no tenemos a la vista o presentes”, comenta una docente del IES Tejada al preguntarle sobre su participación en el proyecto. En este centro educativo, las sesiones formativas han contado además con la participación de 6 alumnas y alumnos de la Universidad de Cádiz, quienes están realizando en paralelo un itinerario de transformación social junto a Madre Coraje, y se involucrarán activamente en las acciones para prevenir discurso de odio hacia las personas migrantes, ya que es un tema que les preocupa especialmente.
“Estamos centrándonos en contextualizar el discurso de odio: sus causas, origen, manifestaciones, magnitudes… y sobre todo estamos poniendo en práctica herramientas para su identificación y prevención en las aulas”, explica Bárbara García, Técnica de Educación Transformadora de Madre Coraje. “Los discursos de odio exaltan lo que se presenta como único, lo homogéneo, lo ‘nuestro’, y por otro lado se demoniza, culpabiliza y desprecia lo diferente por raza, etnia, religión…, quien piense de otra manera o venga de otro lugar y también a quienes pertenezcan al grupo de los ‘perdedores’: pobres, insolventes o sobrantes, no normativos…”, añade García.
“Internet y las redes sociales amplifican los mensajes de odio influyendo en la forma de comunicarnos y de interactuar, en especial de las personas jóvenes”, afirma García. “Por todo esto estamos promoviendo en el sistema educativo propuestas para identificar el discurso de odio, para deconstruir pensamientos y narrativas violentas y para desarrollar habilidades para la convivencia plural”, concluye.