El impacto global de la polución, el cambio climático, las nuevas enfermedades emergentes por pandemia e las desigualdades en la sociedad, son algunos de los factores críticos que reconfiguran la agenda de salud de hoy y del futuro, en el que todos los ciudadanos y sectores debemos involucrarnos.
En este sentido, hemos visto la importancia de que los sistemas de salud estén preparados para brindar respuesta en forma inmediata y efectiva a cualquier situación de riesgo para la población. Es decir, generar y aumentar resiliencia para enfrentar los retos prioritarios.
Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), “la resiliencia de los sistemas de salud es su capacidad de estar preparados para impactos, como pandemias, crisis económicas o los efectos del cambio climático, y también su poder de minimizar las consecuencias negativas de tales interrupciones, recuperarse lo más rápido posible y adaptarse, en base a las lecciones aprendidas de la experiencia, para tener un mejor desempeño y estar más preparados”.
En personas, la resiliencia es la capacidad de resistir la adversidad y recuperarse de sucesos vitales difíciles; por su parte, la resiliencia comunitaria es la capacidad sostenida, por parte de una comunidad, de utilizar los recursos disponibles para responder a los acontecimientos adversos, soportarlos y recuperarse de sus efectos.
Por su parte, la OMS recuerda que para que un sistema de salud sea resiliente, se requieren esencialmente dos aspectos: primero, tener una atención primaria fuerte, formada, bien dotada, presupuestada y eficiente; segundo, tener una salud pública reconocida financiada y organizada.
“Construir sistemas de salud más fuertes y resilientes debe ser una prioridad nacional de los países y un bien de salud pública mundial”, dijo Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el marco del Cuarto Simposio Mundial de Investigación sobre Sistemas de Salud (Vancouver, Canadá, 2016).
El concepto de la resiliencia está muy ligado también a la sostenibilidad y a la equidad, garantizando el acceso universal a los servicios de la salud, sobre todo en las poblaciones más vulnerables. Según la Declaración de Vancouver, la resiliencia de los sistemas de salud debe caracterizarse por un énfasis explícito en la equidad y la justicia social, así como por el apoyo al empoderamiento de los más vulnerables. Asimismo, es fundamental que los sistemas sean capaces de prestar servicios integrados y centrados en la persona, haciendo hincapié en la atención primaria de salud como la primera línea de los servicios habituales y de la respuesta a los brotes.
Información e inscripcionesImpulsando la resiliencia en Iberoamérica
En respuesta a estos desafíos, y con el objetivo de empoderar y fortalecer a las redes de pacientes, cuidadores y profesionales de la salud respiratoria, Fundación Lovexair organiza la 4º Cumbre Iberoamericana de la Comunidad Respiratoria: Líderes del futuro en Aire Limpio, Salud Social y Digital, los días 1 y 2 de diciembre de 2022.
Este evento online y gratuito reunirá a pacientes líderes y profesionales de la salud, referentes a nivel internacional. Más de 20 ponentes nos acompañarán en este encuentro para abordar los desafíos y marcar un camino hacia una mejor atención integral y brindar respuestas a las personas con una condición respiratoria, sobre todo, en período post-pandemia, con servicios de salud en proceso de transformación hacia la era de la salud digital, con reducción y limitaciones en personal sanitario.
“El contexto post-pandemia presenta un entorno complejo, en donde gobiernos y la sociedad en general experimenta recortes y dificultades económicas que ponen en jaque a los servicios asistenciales, y a sistemas sostenibles que respondan a las necesidades actuales de la población. Desde Lovexair invitamos a los líderes y representantes de todos los sectores y grupos de interés principales para poner sobre la mesa los riesgos principales en la atención de la salud respiratoria, y a unirnos en solidaridad para encontrar soluciones en conjunto, hacernos resilientes para responder a las prioridades, por una salud respiratoria más sana, preventiva y preparada para esta nueva era”. Shane Fitch, presidente de Fundación Lovexair.