Durante el 2024, uno de los objetivos principales trabajados por la Casa Joven consistió en eliminar las condiciones de vulnerabilidad mediante estrategias que generan entornos de protección, desarrollo y bienestar, a la vez que se empodera a adolescentes y jóvenes que viven en riesgo de exclusión en Montilla.

Mediante un acompañamiento individualizado, talleres y actividades lúdicas, el equipo educativo de la Casa Joven ha ayudado a un grupo de 32 chicos y chicas que viven en situación de vulnerabilidad para que desarrollen todo su potencial, favoreciendo sus capacidades emocionales, sociales e intelectuales.

De lunes a jueves este grupo de adolescentes y jóvenes comienza la tarde con “El Círculo”, un espacio de conocimiento mutuo, cohesión grupal, sentido de pertenencia, escucha activa y calma. De aquí pasan a realizar sus tareas en un espacio acondicionado y con el apoyo necesario para que obtengan el mayor rendimiento posible. También es fundamental un acompañamiento individualizado mediante el que se les ayuda a conocerse, valorarse, descubrir qué metas quieren alcanzar y cómo hacerlo, a vencer sus miedos, resolver sus dudas y problemas, mejorar sus relaciones. Después es tiempo de ocio, charla, juego, deporte y risas, poniendo así fin a cada tarde.

El año 2024 fue un año de trabajo y esfuerzo continuo para estos menores que con el apoyo de sus educadores han adquirido un autoconcepto adecuado, han mejorado su autoestima, han trazado su camino para encontrar su lugar en la sociedad, un lugar donde se sienten cómodos y útiles y donde pueden hacer realidad sus aspiraciones.

Para lograrlo se ha realizado una intervención en estrecha coordinación con los centros educativos, los servicios sociales y el centro de salud de la localidad, se ha implicado a la familia, se ha contado con personas voluntarias, porque para alcanzar cambios sociales es necesario la implicación de la comunidad.

Los objetivos planteados con este grupo de adolescentes constituyeron un reto motivador para la Casa Joven, que ha culminado con unos resultados muy satisfactorios. No solo se ha eliminado el absentismo escolar, sino que también los chicos y las chicas han mejorado su rendimiento académico, adquiriendo hábitos de trabajo diario y estilos de vida más sanos, y mejorando su autoestima y habilidades sociales.

La Fundación Social Universal está orgullosa de los logros conseguidos por estos adolescentes y se esforzará para continuar con esta labor siempre que haya jóvenes em la localidad que llamen a la puerta buscando apoyo para lograr sus sueños.