Con motivo de la celebración de V Centenario del nacimiento de Santa Teres de Jesús, los jóvenes de Villamartín han participado en una peregrinación organizada por la Parroquia de Santa María de las Virtudes.
Este proyecto comienza como una propuesta religioso-cultural por parte de la Parroquia de Santa María de las Virtudes, de Villamartín. La intención comienza con ofrecer la posibilidad a un grupo de 50 jóvenes de la parroquia de conocer otros lugares importantes de España, a la vez que se nutren de la espiritualidad que rodea a esas experiencias.
En este caso, se eligió Ávila por coincidir con el 500 aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, por lo que confluían en esta ciudad plena de patrimonio tanto la espiritualidad característica del Carmelo como toda la historia tremendamente rica que enmarca la vida de la Santa de Ávila. Además, con motivo de este acontecimiento, Ávila ha sido la sede de la Exposición de las Edades del Hombre, por lo que cumplía todas las características que buscábamos para este viaje.
Así comienza este proyecto, y ha sido «una experiencia magnífica», en palabras del párroco Francisco Varela Figueroa. «Los jóvenes y los responsables, hemos podido adentrarnos en una época fantástica de nuestra historia como fue la contrarreforma y esplendor artístico del siglo XVI», añade.
Los jóvenes han podido recorrer toda la ciudad de Ávila, desde su muralla, perfectamente conservada y cuidada; hasta los lugares más emblemáticos, como el monasterio de san José, monasterio de la Encarnación, la Catedral, las tres sedes de la exposición de las Edades del Hombre, como el magnífico entorno que envuelve a esta ciudad.
Además del conocimiento histórico-artístico que se les ha aportado, se han trabajado distintos valores como son: la fraternidad, la tolerancia, el perdón, el amor, la entrega, la generosidad, etc. Valores que los ayudan a buscar el verdadero desarrollo personal.
Según Francisco Varela Figueroa ha sido «una experiencia que les ha ayudado mucho, ha sido la que nos brindó la comunidad de Hermanas Carmelitas descalzas del Monasterio de la Encarnación. Gracias a su generosidad, pudimos tener una hora de diálogo con una de las hermanas que explicó a los jóvenes su vida vocacional en clausura y les expuso el concepto de verdadera libertad y felicidad. Todos los jóvenes salieron de esa entrevista muy entusiasmados gracias a una opción tan diferente, pero tan real, que les mostraba una monja de clausura al hablar de la verdadera libertad, nada relacionada con el concepto que ellos tenían, a saber: “hacer lo que quiero”.
«Hemos podido vivir una experiencia muy enriquecedora en todos los ámbitos del desarrollo personal. Esperemos que el curso próximo, podamos seguir aportando estas experiencias a nuestros jóvenes, el futuro de nuestra sociedad».