Comunicado de la Fundación Persona y Justicia.
Ante la grave y nueva situación creada a toda la sociedad por la epidemia del Coronavirus todos los sectores de la sociedad tenemos la obligación moral de ofrecer lo especifico y adherirnos a esta causa con nuestro apoyo solidario. Ninguna aportación constructiva sobra. Y todas deben ser ofrecidas con ese espíritu de «Unidos con un gran corazón» que
acaba de pedir Úrsula Von der Leyen, presidenta de la UE a todos los europeos (y bien se puede extender a todo el mundo).
En ese espíritu, nosotros, personas y colectivos que formamos parte de las dos redes interreligiosas o Interespirituales de Granada abajo firmantes pedimos y ofrecemos lo siguiente:
Cada día, a las 20.30 horas (al menos en España, por ser una hora que ya ha acabado el aplauso solidario con los trabajadores sanitarios) invitamos a todas las personas que lo deseen (la espiritualidad no es exclusiva de religiones ni de grupos organizados de espiritualidad sino que es una dimensión del ser humano) a tener 10 minutos de silencio con
los siguientes objetivos:
1. Homenaje interior y solidario a todos los sectores de la sociedad más afectados por esta situación por un motivo u otro: fallecidos y sus familiares, sanitarios, fuerzas de orden público y militares que intervienen directamente en la situación, sectores más pobres o desprotegidos social y económicamente, personas de medios de comunicación, responsables
políticos de cualquier signo y un largo etcétera.
2. Apoyo a la enorme gama de iniciativas solidarias de cualquier signo y procedencia surgidas en la sociedad.
3. Especifico reconocimiento a los apoyos que en el terreno de la psicología y la espiritualidad están surgiendo en la sociedad para lograr la fortaleza interior que todos necesitamos. Sobre todo los directamente afectados.
4. Por último llamada a la imaginación a toda persona, grupo o institución , privada o pública, para ofrecer lo que cada uno pueda ofrecer aún más, para atender las necesidades que la situación requiere. Nos alegramos también, en ese sentido, de las varias iniciativas surgidas desde religiones o espiritualidades organizadas (cesión de edificios para las necesidades sanitarias, cadenas de distribución de alimentos a los sintecho, aportación económica, alojamientos, etc.).
En resumen , el mundo también necesita un gran corazón para estar unido en la búsqueda de situaciones imaginativas y solidarias. Para fortalecer ese corazón solidario que mire siempre al bien común y tenga presente a los que más sufren en esta situación, para sentirnos unidos como familia humana y más motivados internamente en la resistencia y en la búsqueda de múltiples iniciativas solidarias os invitamos cada día mientras dure la pandemia a 10 minutos de silencio común a las 20.30 horas o a la hora que le sea posible a cada uno.