La Fundación San Pablo Andalucía CEU vuelve a ofrecer, por segundo año consecutivo y de manera gratuita, un Programa de Iniciación al Español Funcional adaptado a refugiados ucranianos residentes en la provincia de Sevilla. El objetivo de este programa formativo es facilitar la integración social, mejorar las habilidades comunicativas, ensayar situaciones cotidianas y adquirir vocabulario básico.
Al final del curso pasado se llevó a cabo la primera edición, que fue impartida por Manuel Jesús Pérez y su hija Pilar, una experiencia que definen como “inolvidable y muy enriquecedora” para ambos. Ellos son sevillanos y han vivido en Ucrania desde septiembre de 2013 hasta el comienzo de la guerra. Los ocho primeros años estuvieron en una ciudad al sur de Kiev, llamada Bila Tserkva, y el último año en Yitomir, al oeste de Kiev. Allí llegaron junto a su gran familia -Manuel está casado con María Rosario Núñez y tienen nueve hijos- de misión, dentro del camino Neocatecumenal, y allí estaban cuando empezó la invasión.
Ante esta situación, se vieron obligados a abandonar el país, aunque se habían resistido porque, a pesar de las advertencias de la embajada, “el ambiente a nuestro alrededor era de absoluta tranquilidad”. Pero, tras constatar la realidad, llegaron a Sevilla el Miércoles de Ceniza y recuerda que en ese momento recibieron “el cariño y la ayuda de muchísimas personas”.
Además, se da la circunstancia de que una de sus hijas, casada con un ucraniano, estaba embarazada en el momento de abandonar el país. Su marido tuvo que quedarse allí y, tras nacer el niño en Sevilla, “mi mujer y yo acompañamos a nuestra hija María con su bebé de vuelta a Ucrania. Nos hemos encontrado con un país que vive en una aparente normalidad, pero enseguida te das cuenta de que es más un deseo que una realidad, con el sonido de las sirenas que avisan de que un misil ruso vuela sobre Ucrania sin saber su destino. Nos cuentan que incluso los oyen silbar y los ven pasar antes de caer. A las 23:00 h. hay toque de queda, todos en casa y las luces apagadas”. Ante esta situación, explica que “muy a nuestro pesar, hemos decidido quedarnos en Sevilla este año o hasta que cese completamente la invasión. No ha sido fácil, aunque vemos como el Señor nos está abriendo caminos aquí que no esperábamos”.
Y el curso impartido en CEU Andalucía es una de esas gratas sorpresas de las que habla, “fui a realizar una entrevista de trabajo allí y me sentí abrumado con la alegría y el cariño con el que me recibieron. Al contarles mi experiencia en Ucrania, surgió la idea de poner en marcha este programa junto a la profesora de Cardenal Spínola CEU Inmaculada Mena-Bernal para ayudar a quienes más lo necesitaban”.
Recalca que, “en los dos meses que duraron las clases, recibimos mucho más de lo que hemos ayudado, aunque verdaderamente el grupo experimentó avances significativos en el aprendizaje del idioma”. Además, su hija Pilar continuó ayudando a dos hermanos en edad escolar para que afrontaran este curso en las mejores condiciones, después de que finalizara el programa.
En total, asistieron doce alumnos y cabe destacar “la seriedad con la que se tomaron este curso, asistieron puntualmente a pesar del calor y de la distancia que para algunos suponía llegar hasta aquí”. A la entrega de los diplomas el último día de clase asistió el vicepresidente de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Jurado, quien impulsó esta iniciativa. Igualmente, al acto asistió también el secretario general académico de CEU Andalucía, Agustín García.