Durante los próximos dos años, y con la colaboración económica de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID), la Fundación Social Universal (FSU) ejecutará en Perú un nuevo proyecto de desarrollo económico local que pretende mejorar la gestión municipal en el uso de los recursos financieros destinados al fomento de iniciativas productivas generadoras de empleo con equidad en 14 municipalidades de las regiones de Cusco y Puno.

Este proyecto atenderá a 1.350 beneficiarios directos representados por autoridades, funcionarios/as municipales, así como organizaciones de mujeres empresarias. Esta intervención tiene un coste total de 371.273,86 euros y cuenta con una subvención de la AACID por importe de 295.682,25 euros.

Si bien es cierto que Perú está experimentando un período de crecimiento económico en estos últimos años, este buen desempeño económico se explica en buena medida por factores externos como el precio de las materias primas que Perú exporta y no ha estado fundamentado en un proceso de cambio estructural y diversificación productiva.

En consecuencia, el dinamismo de la economía formal peruana convive con altos niveles de pobreza, precariedad del empleo y exclusión económica y social. Si bien se ha registrado un avance en varios indicadores sociales, el crecimiento no ha llegado suficientemente a la mayoría de la población y la pobreza todavía afecta a un alto porcentaje de familias peruanas, con una alta incidencia en las comunidades campesinas, indígenas y en la población femenina. La persistencia del subempleo y la pobreza son factores que redundan en la baja calidad de vida de las personas y pueden reducir considerablemente las perspectivas de desarrollo económico de mediano y largo plazo y perjudicar la gobernabilidad del país y la estabilidad de la economía.

En años anteriores y hasta la fecha el problema de los gobiernos locales peruanos ha estado centrado en la débil institucionalidad de las estructuras municipales junto a los insuficientes cuadros técnicos y gerenciales encargados de gestionar esta nueva función de promoción del desarrollo territorial. Esta problemática estuvo marcada por un contexto en el que las municipalidades contaban con escasos recursos económicos, situación que cambió en los últimos años en los que se han incrementado las transferencias de fondos a raíz del canon minero y gasífero por parte del gobierno central.

En este nuevo marco se hace indispensable fortalecer la gestión municipal en el uso y aprovechamiento de los recursos financieros existentes para el fomento actividades económicas generadoras de empleo e ingresos con equidad e inclusión social con la implementación de adecuadas políticas públicas y el incremento de los niveles de competitividad de las unidades productivas. Los gobiernos locales peruanos tienen reconocida competencia normativa en esta materia y existen leyes recientes que promueven su participación en la financiación de iniciativas del tejido productivo local.

El propósito de este nuevo proyecto es por tanto mejorar la gestión municipal en el uso de recursos financieros para el fomento de iniciativas productivas generadoras de empleo en sectores sociales excluidos de las regiones de Cusco y Puno. De los 4 resultados perseguidos, el primero está orientado a mejorar los procesos de financiamiento municipal en el fomento de iniciativas productivas, el segundo busca fortalecer los espacios de concertación sobre el uso de esos recursos, el tercero se orienta a promover la participación de las mujeres empresarias en la toma de decisiones relativas al uso de los recursos municipales y el cuarto resultado pretende mejorar el nivel de organización y asociatividad de varones y mujeres empresarias que les permita estar en mejores condiciones de lograr el éxito empresarial.

La inversión privada aumenta cuando hay inversión pública que la facilita; por eso al mejorar la gestión municipal de los recursos públicos destinados a fomentar iniciativas productivas, contribuiremos de manera significativa al objetivo general del proyecto orientado al incremento de los ingresos económicos de sectores excluidos (mujeres, jóvenes y comunidades indígenas) y a la disminución del subempleo.

Fuente: Fundación Social Universal