La Fundación Vicente Ferrer (FVF) ha iniciado la reestructuración de sus servicios sanitarios en el sur de la India en previsión de una probable segunda ola de casos. Para ello la ONG ha creado una unidad específica para la atención y tratamiento a pacientes con COVID-19 en el Hospital de Bathalapalli, el mayor de los tres centros hospitalarios que gestiona en el estado de Andhra Pradesh.
Aunque India es el tercer país del mundo con mayor número de contagios por COVID-19, después de Estados Unidos y Brasil, a finales del 2020 registró una tendencia a la baja en las infecciones. Sin embargo, hace unas semanas que las cifras han vuelto a aumentar. Expertos médicos sugieren que podría haber una relación directa entre el aumento de los casos y las nuevas variantes del virus, así como la relajación de la población en el cumplimiento de las medidas de seguridad.
La juventud de la población india ayuda a que las personas contagiadas tengan mejor pronóstico
El hospital de Bathalapalli ha rehabilitado dos de sus edificios para acoger un total de 40 camas. Si se produjera esta segunda ola, está previsto acondicionar un tercer bloque, instalar una UCI de emergencias y otras instalaciones, necesarias para responder a las necesidades sanitarias de la población. En esta nueva unidad COVID trabajan una cuarentena de personas, entre personal médico y de enfermería.
Este 25 de marzo se cumple un año desde que India declaró el mayor confinamiento del mundo. La crisis del coronavirus obligó a la Fundación Vicente Ferrer a reorganizar el hospital de Bathalapalli para asistir exclusivamente a pacientes con COVID, al ser declarado por el Gobierno de Andhra Pradesh centro de referencia de esta patología. Desde entonces ha atendido a más de 6.300 enfermos. Su papel en esta crisis sanitaria ha sido fundamental, ya que en los primeros momentos, todos los hospitales privados de su entorno cerraron sus puertas y los públicos no podían responder a la ingente cantidad de casos que se estaban produciendo. La coordinación con las autoridades sanitarias fue entonces esencial para poder atender a la población de las zonas rurales del estado.
Los fallecimientos por COVID-19 en la India representan un 1,4% del total de contagios, muy por debajo de la media mundial del 4%
Hasta este momento en el país se han registrado 158.000 fallecimientos, lo que representa el 1,4% de los 11,3 millones de personas contagiadas, muy por debajo de la media mundial, que la OMS sitúa en el 4%. “Hay muchas hipótesis sobre las causas, pero ninguna evidencia clara –explica Yadamala Balasubbaiah, médico y director de la red hospitalaria de la FVF– algunos expertos señalan la rapidez en diagnosticar la enfermedad, otros la eficiencia de las medias de prevención y también se ha sugerido que la población india ha desarrollado una inmunidad innata debido a su exposición constante a infecciones por la densidad demográfica, lo que ayudaría a su sistema inmunitario a responder mejor ante el virus. Lo que sí es una ventaja clara es la juventud de la población, que ayuda a que los casos positivos tengan mejor pronóstico”.
En estos momentos el Gobierno de la India afronta la mayor campaña de vacunación del mundo: “Ya ha concluido la primera fase, en la que se han inmunizado profesionales que trabajan en primera línea: responsables de salud, y funcionarios como policías y recaudadores”, explica el doctor Balasubbaiah. En estos momentos estamos abordando la segunda fase: mayores de 60 años y menores de 45 con patologías previas”.
«Tener la tercera industria farmacéutica más grande del mundo nos da autonomía para la vacunación respecto a otros países», afirma el responsable de Hospitales de la FVF
India ha administrado hasta la fecha 28 millones de dosis de vacunas producidas en el propio país. “Tener la tercera industria farmacéutica más grande del mundo es una ventaja porque nos da autonomía respecto a otros países”, afirma el doctor. India también ha impulsado una iniciativa para eliminar las patentes al menos durante el tiempo que dure la crisis sanitaria.
El Gobierno de Andhra Pradesh ha anunciado que vacunará a 10 millones de personas a partir del 29 de marzo hasta finales de abril. Asimismo, la administración seguirá trabajando en un proyecto piloto en las zonas rurales, inmunizando dos aldeas por cada comarca cuatro días a la semana.
La acción de la FVF en la pandemia un año después
La FVF diseñó un plan de emergencia para responder a la pandemia y sus consecuencias. Además de dedicar su hospital en Bathalapalli a la atención exclusiva de pacientes con COVID-19, repartió más de 400.000 comidas entre la población desplazada como consecuencia de la declaración inesperada de confinamiento. Además, fabricó y distribuyó 5,5 millones de mascarillas y realizó y sigue realizando acciones para sensibilizar a la población sobre el uso de mascarillas, la higiene y la distancia social. Sus escuelas cerraron, pero los centros de secundaria de 9º y 10º curso ya están abiertos con el objetivo de que los estudiantes puedan realizar los exámenes para acceder a estudios superiores. Asimismo, en febrero reanudó la actividad en las escuelas de refuerzo, dedicadas a ayudar a los estudiantes de primaria a mejorar sus resultados en los colegios públicos.