Continuarán recibiendo las donaciones de prendas a través de la recogida a domicilio pero lamentan que el Ayuntamiento de la ciudad no haya dado la oportunidad de optar a este servicio a entidades sociales que transforman la ropa donada en solidaridad
La ONG para el Desarrollo Madre Coraje retiró la semana pasada los 10 contenedores de recogida de ropa que la entidad social tenía ubicados en diferentes puntos de San Fernando tras un acuerdo de colaboración firmado con el Ayuntamiento de la ciudad en 2013. Tras más de 7 años facilitando a la ciudadanía la donación de ropa, evitando gastos a las arcas municipales por encargarse Madre Coraje de asumir los costes de todo el proceso de esta gestión y de convertir estas prendas en “ropa solidaria”, la ONGD lamenta que el Consistorio ni siquiera haya dado la oportunidad de optar a seguir realizando este servicio a entidades sociales como Madre Coraje.
A pesar de la situación, que afecta a personal contratado por Madre Coraje, la entidad ha decidido continuar recibiendo las donaciones de ropa de la ciudadanía de San Fernando llevando a cabo recogidas a domicilio. Además, está buscando espacios privados en los que poder reubicar los contenedores que se han visto obligados a quitar de la vía pública.
“Debido a que la legislación al respecto no está clara, es posible eliminar del escenario a entidades que, como la nuestra, no vamos a poder competir con las empresas que dominan el mercado de ropa de segunda mano actualmente y más aún, como es el caso de San Fernando, cuando ni siquiera nos dejan participar”, expone José Jiménez Diufaín, Presidente de Madre Coraje.
En una encuesta realizada por la OCU, el 89% de los encuestados prefiere que la ropa usada sea gestionada por una ONG o entidades de inserción social, frente al 11% que piensa que la deben tratar empresas de gestión de residuos. “Cuando nos deshacemos de la ropa usada preferimos que ésta sirva para ayudar a alguien antes que beneficiar a una empresa privada, teniendo en cuenta además que los dos modelos son adecuados para el cuidado del medio ambiente”, continua Jiménez.
Desde Madre Coraje lanzan la siguiente pregunta: ¿es toda la ropa usada un residuo? Si todo el material que se deposita en los contenedores de ropa fuera realmente un residuo, se debería enfocar el servicio de recogida hacia empresas que gestionen ese residuo, como ocurre con el papel, envases o vidrios, “pero resulta que la mayoría de la ropa que se recoge se puede reutilizar y sólo una mínima parte se corresponde con un residuo que haya que reciclar o destruir. Siendo así, ¿no sería más lógico que el sistema estuviera enfocado a los que gestionan la ropa como material a reutilizar, fundamentalmente entidades de carácter social, y no a los que la tratan como residuo?”, explica Jiménez.
La ropa usada que Madre Coraje recoge tiene varios fines, y uno de los principales es convertirla en “Ropa Solidaria”:
1.- Se cede a instituciones españolas (otras asociaciones, ONGs, ayuntamientos, diputaciones…) para repartir entre familias y población de la zona.
2.- Se pone a disposición de la gente a través de precios simbólicos en sus Tiendas Solidarias en España.
3.- Se entrega a empresas dedicadas a la valorización de ropa usada para reciclar o reutilizar, generando fondos para la puesta en marcha de proyectos sociales, educativos y de cooperación en España, Perú y Mozambique, cuya puesta en marcha y justificación están sometidos y superan un estricto proceso de auditoría.
El pilar fundamental de Madre Coraje son las más de 1.000 personas voluntarias que dedican su tiempo y esfuerzo a ayudar a las poblaciones empobrecidas que participan en los proyectos de Madre Coraje y a educar en solidaridad a mayores y pequeños dentro de nuestras fronteras. Además, Madre Coraje es una ONG acreditada por la Fundación Lealtad cumpliendo los nueve principios de transparencia y buenas prácticas de las ONG acreditadas.