Madre Coraje, con la financiación de la Fundación Roviralta, el Ayuntamiento de Málaga y la Comunidad de Madrid, está apoyando a 200 personas de una comunidad altoandina de Perú mejorando sus viviendas con materiales aislantes del frio y con fogones. El proyecto en el que se enmarca este apoyo, ‘Fortaleza y unión ante desastres naturales’, se está ejecutando en la comunidad de Paro, en el Distrito peruano de Combapata, zona que sufre épocas de heladas e intensas lluvias.
“En estos días se está realizando el traslado de materiales hasta la comunidad. A este lugar no podemos acceder por carretera, así que el transporte se está llevando a cabo con llamas y a pie”, explica Pamela Quispe, Técnica de Acción Humanitaria de Madre Coraje. “Las familias viven en unas condiciones muy precarias. Los menores deben andar más de 2 horas para ir al colegio y hay poca disponibilidad de alimentos”, añade Quispe.
Además del confort térmico de las viviendas, este proyecto también aportará fogones que reducen la contaminación del aire en el interior de los hogares y promueve prácticas sostenibles. “Es admirable cómo las familias están demostrando un fuerte compromiso y dedicación por el proyecto, participando en la capacitación y en la adopción de estas nuevas tecnologías, lo que refleja un deseo colectivo de mejorar su calidad de vida y fortalecer el tejido social de la comunidad”, comenta Quispe. “Están interiorizando hábitos de higiene, como el lavado de manos o el rincón de aseo. Las visitas domiciliarias, están siendo fundamentales para ello, gracias a las cuales, además de observar y reforzar aquellos ámbitos donde tienen limitaciones, se trabaja con toda la unidad familiar y se logra la complicidad de la misma”, concluye.