Un total de 8.225 escolares de 62 centros de la provincia de Sevilla han participado en el programa Planeta Olivo desde sus inicios en 2011.La iniciativa, desarrollada por la Fundación Juan Ramón Guillén a través de Ludociencia, tiene como objetivo acercar la cultura del aceite de oliva y su proceso de elaboración a las nuevas generaciones mediante la realización de diferentes talleres educativos en la Hacienda Guzmán,sede de la fundación y emblema de la cultura olivarera andaluza.
Durante el recién finalizado curso 2015/2016, Planeta Olivo ha contado con la participación de 3.848 escolares, “una cifra altamente satisfactoria puesto que supone prácticamente el triple de participantes respecto al año pasado, cuando asistieron 1.317 menores», explica Álvaro Guillén, patrono de la fundación.Este notable incremento de la participación pone de manifiesto la expansión y consolidación del programa dentro de la oferta educativa de Sevilla y, según las previsiones, seguirá creciendo el próximo curso”, asegura Juan José Rodríguez,director de Ludociencia en Sevilla.
El programa Planeta Olivo, que se imparte en español e inglés,se ha convertido en un innovador espacio pedagógico que acoge a escolares de entre 4 y 16 años y a su profesores para ofrecerles visitas formativas en el entorno rural de Hacienda Guzmán,un enclave con más de 500 años de historia, con la finalidad de acercar la cultura del aceite de oliva y su fabricación a todos los públicos. Una vez allí, los usuarios entran en contacto directo con los elementos necesarios para comprender de dónde procede el aceita, cómo se elaboraba antes y cómo se produce ahora, cuántas variedades de olivos y aceites existen, qué es una almazara o en qué consiste una dieta equilibrada, entre otras muchas cosas.
Planeta Olivo es un proyecto puesto en marcha por la Fundación Juan Ramón Guillén y Planeta Museum siguiendo la metodología diseñada por Ciencia Divertida-Ludociencia, que se compone de distintos experimentos, dinámicas, juegos y actividades cuidadosamente seleccionados y agrupados por áreas de conocimiento con un denominador común: aprender divirtiéndose. Asimismo, cuenta con la colaboración del Instituto de la Grasa-CSIC, que avala los contenidos del programa.