La formación profesional se ha situado como una de las opciones preferidas por los jóvenes para prepararse de cara a su incorporación al mercado laboral. Por ello, desde CEU Andalucía -a través de Centro de Estudios Profesionales– se hace una firme apuesta por esta modalidad formativa, ampliando cada año su oferta académica y alcanzando acuerdos con empresas e instituciones punteras del sector, en las que los estudiantes podrán realizar sus primeras prácticas.
Como explica la profesora Rosario Bracho -que imparte clases en el Ciclo Superior en Educación Infantil, el Ciclo Superior en Integración Social, el Ciclo Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva y el Ciclo Superior en Acondicionamiento Físico-, “concebimos la FP como un puente hacia el empleo, por lo que -a través de ella- pretendemos la mejor cualificación y especialización de futuros profesionales en diferentes sectores productivos.
Nuestros alumnos, en su mayoría jóvenes, al finalizar sus estudios con nosotros, demostrarán ser capaces de encajar y adaptarse a un mercado laboral competitivo y exigente como el que nos rodea”.
No obstante, son conscientes de que “de igual modo se contempla esta como una vía de acceso a la Universidad muy interesante y útil para todas aquellas personas que desean continuar y completar su itinerario formativo con enseñanzas de nivel superior, para lo cual, a lo largo de estos dos años, les proporcionamos las competencias y herramientas que les servirán de base para concretar y definir su vocación y su futura profesión”.
Formación práctica
Tal y como apunta la docente “nuestra preparación es eminentemente práctica, vivencial y aplicada a la realidad laboral, sin menospreciar, en ningún momento toda aquella formación teórica indispensable y útil para conocer una profesión y un sector productivo. Así, se trabaja semanalmente de manera simulada y experimental, a través del desarrollo de numerosas actividades, ejemplos y talleres prácticos que completan cada módulo, siempre haciendo uso de los recursos, instalaciones, materiales, etc. que se precisen para ello.
Por otro lado, contamos con la colaboración de muchos profesionales, procedentes de diferentes sectores, que nos permiten acercarnos a la realidad laboral de sus empresas a través de visitas, ponencias, exposiciones…. Todo ello contribuye a generar programas formativos muy atractivos, de gran calidad y claves para completar el perfil profesional de nuestros alumnos”.
Otro punto importante de la formación que se imparte en el CEP es la transmisión de valores, que ayudarán a los alumnos a desarrollar aptitudes muy importantes para el desempeño profesional y que, a la vez, son muy valoradas por las empresas. “Creemos que la profesionalidad va mucho más allá de las competencias teórico-prácticas que muestra una persona a la hora de desarrollar su actividad laboral. Por ello, de forma paralela e inherente a la formación académica, trabajamos y potenciamos en nuestro alumnado, a lo largo de estos dos años, el desarrollo de hábitos, valores y habilidades” apunta Rosario Bracho.
En este sentido, recalca que “hablamos de disciplina, responsabilidad, esfuerzo personal, motivación, capacidad de autoaprendizaje, capacidad crítica, creatividad, innovación, iniciativa… Destacan en este conjunto, las habilidades de carácter más social/relacional, las cuales, pienso, son fundamentales a la hora de desarrollar todo tipo de actividad profesional que conlleve la relación con personas, me refiero a habilidades tales como la resolución de conflictos, el respeto, la empatía, la asertividad, las habilidades comunicativas, la solidaridad…
En definitiva, pretendemos formar a futuros profesionales desde un punto de vista integral, completo, con capacidades suficientes para afrontar los retos que el mercado de trabajo les planteará con toda seguridad”.