El Museo del Instituto Gómez – Moreno alberga la colección de D. Manuel Gómez – Moreno Martínez, historiador y arqueólogo granadino de proyección internacional que desarrolló la mayor parte de su trabajo a partir del año 1900 en Madrid; murió en 1970, con 100 años de edad y sus hijas, retomando la intención de su padre de hacer público su » legado » ( materiales que hoy constituyen la Biblioteca, Archivo y Museo del Instituto G – M ), ofrecieron en donación la colección a varias instituciones granadinas con poco éxito, hasta que hacia 1975, el Presidente de la Fundación Rodríguez – Acosta se presta a colaborar haciendo realidad con su mecenazgoesta generosa iniciativa. Así nace el Instituto Gómez – Moreno, con proyecto de J. Mª García de Paredes, cuyo museo es inaugurado en 1982; en el museo se exponen obras de indudable importancia quedando representadas tanto la arqueología como la pintura, la escultura o las artes decorativas españolas.
La Fundación Rodríguez – Acosta fue concebida y creada por el pintor José Mª Rodríguez – Acosta, institucionalizándose a su muerte en 1941, de acuerdo con el testamento ológrafo que redactara y que define las directrices y características por las que debería regirse la Fundación que creaba; desde entonces promueve y genera actividades culturales especialmente vinculadas al mundo de las Bellas Artes, siendo la pintura entre éstas, a la que se dedicara especial atención en becas, exposiciones, publicaciones, etc.
En el jardín llama especialmente la atención sus particularidades y excepcionalidades respecto a los jardines habituales del contexto granadino; mezcla tendencias clásicas y racionalistas con las inevitables reminiscencias hispanomusulmanas, creando infinidad de rincones y posibilidades pictóricas; en él pueden observarse detalles escultóricos y arquitecturas fingidas, muchos de ellos creados o recreados con restos originales recuperados de nuestro entorno. El » carmen – Blanco » es una casa – estudio, utilizada como lugar de recepción de importantes visitas. Lugar de tertulias, retiro, fiestas etc, de la que sólo encontramos ejemplos similares en centro Europa. Hoy sigue teniendo esas funciones además de recibir las visitas de importantes personalidades del mundo de la cultura, la ciencia o la política; se ha convertido en referencia obligada en el campo de la cultura de nuestra ciudad.
En su construcción participaron tres arquitectos diferentes a los que sucesivamente se les pidió opinión y soluciones; entre ellos Teodoro de Anasagasti, que es considerado como el principal y más influyente artífice de esta obra arquitectónica.
El Museo del Instituto Gómez – Moreno alberga la colección de D. Manuel Gómez – Moreno Martínez, historiador y arqueólogo granadino de proyección internacional que desarrolló la mayor parte de su trabajo a partir del año 1900 en Madrid; murió en 1970, con 100 años de edad y sus hijas, retomando la intención de su padre de hacer público su » legado » ( materiales que hoy constituyen la Biblioteca, Archivo y Museo del Instituto G – M ), ofrecieron en donación la colección a varias instituciones granadinas con poco éxito, hasta que hacia 1975, el Presidente de la Fundación Rodríguez – Acosta se presta a colaborar haciendo realidad con su mecenazgoesta generosa iniciativa. Así nace el Instituto Gómez – Moreno, con proyecto de J. Mª García de Paredes, cuyo museo es inaugurado en 1982; en el museo se exponen obras de indudable importancia quedando representadas tanto la arqueología como la pintura, la escultura o las artes decorativas españolas.
La Fundación Rodríguez – Acosta fue concebida y creada por el pintor José Mª Rodríguez – Acosta, institucionalizándose a su muerte en 1941, de acuerdo con el testamento ológrafo que redactara y que define las directrices y características por las que debería regirse la Fundación que creaba; desde entonces promueve y genera actividades culturales especialmente vinculadas al mundo de las Bellas Artes, siendo la pintura entre éstas, a la que se dedicara especial atención en becas, exposiciones, publicaciones, etc.
En el jardín llama especialmente la atención sus particularidades y excepcionalidades respecto a los jardines habituales del contexto granadino; mezcla tendencias clásicas y racionalistas con las inevitables reminiscencias hispanomusulmanas, creando infinidad de rincones y posibilidades pictóricas; en él pueden observarse detalles escultóricos y arquitecturas fingidas, muchos de ellos creados o recreados con restos originales recuperados de nuestro entorno. El » carmen – Blanco » es una casa – estudio, utilizada como lugar de recepción de importantes visitas. Lugar de tertulias, retiro, fiestas etc, de la que sólo encontramos ejemplos similares en centro Europa. Hoy sigue teniendo esas funciones además de recibir las visitas de importantes personalidades del mundo de la cultura, la ciencia o la política; se ha convertido en referencia obligada en el campo de la cultura de nuestra ciudad.
En su construcción participaron tres arquitectos diferentes a los que sucesivamente se les pidió opinión y soluciones; entre ellos Teodoro de Anasagasti, que es considerado como el principal y más influyente artífice de esta obra arquitectónica.